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sábado, 16 de noviembre de 2013

El oro: Propiedades mágicas y sus rituales para atraer la suerte

El oro: Propiedades mágicas y sus rituales para atraer la suerte

El oro: Propiedades mágicas y sus rituales para atraer la suerte
El intenso color dorado que emana del oro ha sido uno de sus atractivos más importantes. 
                 
    Por esa razón, tal vez, muchas civilizaciones antiguas lo relacionaban con el Sol, la energía de vida, el poder y la fortuna como fueron los casos de la civilización egipcia y griega.
    Los celtas, particularmente, veían el oro como un elemento natural deextraordinario poder mágico.  Sus sacerdotes recolectaban muérdago con hoces de oro para potenciar los poderes de esta hierba. 
    Esta costumbre continúo, incluso, durante la Edad Media no sólo para recoger el muérdago sino toda hierba proyectiva (masculina, positiva o eléctrica) utilizando los cuchillos de plata para la recolección de hierbas receptivas (femeninas, negativas, magnéticas).

    El oro y sus propiedades de protección
    El oro ha sido visto también comoun elemento protector. Los faraones de la dinastía más antigua, por ejemplo, usaban hace seis mil años brazaletes y anillos de oro para protegerse de la locura.
    En la Edad Media surgió la creencia de llevar aros de oro en las orejas para proteger la vista, y en todos los tiempos los marineros llevaron aros de oro para evitar naufragios.
    Hoy en día, los niños en la India se protegen con diminutos amuletos de oro. Los crucifijos y cruces de oro que usan los cristianos en la actualidad, son los sobrevivientes de antiguas costumbres paganas de protección.

    El oro y su poder curativo
    Eneste sentido, existen  muchas creencias como, por ejemplo, pasar el anillo de oro por la parte enferma del cuerpo lo cual se considera contribuye a su curación, e incluso podía erradicar verrugas, orzuelos, granos y furúnculos.
    Igualmente, se cree que usar oro, especialmente cargado, es útil para aliviar la disfunción sexual masculina (impotencia).
    Era efectivo, asimismo, para combatir las enfermedades del ganado, para lo cual bastaba con introducir en el agua donde éste bebía un objeto de oro durante la noche; esa misma agua bebida al amanecer por un niño le inmunizaba contra el mal de ojo.

    El oro en los rituales para atraer el dinero
    Como ha sido empleadodurante mucho tiempo como un medio de intercambio y debido a su gran valor, el oro muchas veces figura en los rituales involucrados con el dinero y para obtener éxito.
    Para ello, se emplea joyas de oro (anillos, collares, etc.) junto avelas de color verde con el fin de atraer un flujo continuo de dinero a la vida.

    Cómo procurar la suerte con el oro
    Es importante observar que cualquier joya u objeto ornamental que lleve oro es un buen canalizador de la suerte.  En este sentido, se presentan varios ejemplos:
    Cuando se necesita la fortuna o suerte en temas financieros, se recomienda frotar un pedazo de oro en la palma de la mano derecha, y en la de la mano izquierda para buscar la suerte en los asuntos amorosos y fidelidad en la pareja.
    Cuando se desea ganar en los juegos de azar, se aconseja frotar los billetes de lotería, los resguardos de las primitivas u otros juegos parecidos con un trozo de oro un día antes de su sorteo.
    Se trata de frotar con el objeto de oro en forma circular en el sentido de las agujas del reloj sobre el billete de lotería o resguardo, pensando fuertemente que la suerte nos favorezca para mañana.

    domingo, 10 de noviembre de 2013

    Buscando El Dorado se encuentra en Amazona y San Martin.

    Buscando El Dorado se encuentra en Amazona y San Martin.


    En la forma ya descrita están las bases materiales que explican como ese mito se generó, cristalizó y generalizó muy rápidamente. Y tanto que en 1539 ya era eso lo que estaba buscando Gonzalo Pizarro. Históricamente los acontecimientos del Rescate y del Coricancha habían ya ocurrido cuando Gonzalo Pizarro, mandado por su hermano Francisco (primer gobernador español del Perú), salió del Cuzco en 1539 en busca de El Dorado (y también de otras tierras míticas: del Clavo y la Canela). Del Cuzco, con más de un centenar de otros conquistadores y millares de los indios vencidos (literalmente en condición de esclavos para servir, cargar, etc), Gonzalo marchó hasta Guayaquil dónde encontró a su primo Francisco de Orellana. Juntos entrarían en tierras cada vez más al Oriente, bajando hasta la selva tropical en un viaje que culminaría en 1541 cuando Orellana (que por órdenes de su jefe Gonzalo se había separado de él pero, rebelándose contra las órdenes de su jefe, no regresó para re-encontrarlo) por casualidad encuentra, y navega hasta su desembocadura, al río que, a partir de lo que escribió el cronista de esa expedición Francisco de Carvajal, pasará a ser conocido como Río Amazonas. Se inició así la incorporación de la Amazonía a la historia occidental a un costo asesino: todos los indígenas obligados a acompañarlos murieron y, a su paso, todas las aldeas de los pueblos nativos amazónicos, que defendieron valientemente sus territorios, fueron atacados e incendiados. No se encontró El Dorado pero sí la más vasta floresta continua tropical de la Tierra de casi 7 millones de kilómetros cuadrados (compartida actualmente por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y Guyana Francesa, colonia de Francia), la más rica en formas de vida vegetal y animal de la masa continental mundial, la más importante fuente de  agua corriente de superficie del mundo, etc. Pero su incorporación a la historia mundial, que no ha terminado hasta hoy, fue de forma colonial (o sea, explotadora, destructiva y racista). El mito de El Dorado, como parte de esa razón colonial que emergía, fue transformándose en propulsor importante de la penetración destructiva, por parte de Occidente, en los vastos territorios del interior de América del Sur.
     

    Resulta evidente que sin la búsqueda de las riquezas metalíferas de El Dorado difícilmente habrían existido las expediciones, todas destructivas, de: Gonzalo Pizarro – Orellana, Sir Walter Raleigh y de los portugueses (penetrando y expandiéndose cada vez más a través de la Amazonía. Y las bases materiales (históricas) directamente relacionadas con ese mito están en El Cuarto del Rescate y en el Coricancha. Las otras cosas importantes vinculadas a ese mito no han sido encontradas hasta hoy: ni el Gran Paititi ni el oro del Príncipe acumulado en el fondo de un lago. Estas, por lo menos hasta dónde este autor conoce, continúan ocupando el territorio de las meras leyendas: por eso su espacio es el mítico y no el histórico.