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domingo, 8 de diciembre de 2013

madre y extrañas del oro

PAISAJE ASCÉTICO, ENTRAÑA DEL ORO
América precolombina desconoció el hierro, pero tuvo el oro, en un mundo regido, según Doehring, por el terror y la belleza. En toda América hubo, en la época lítica y premetalúrgica, oro nativo o puro que no necesitaba fundirse ni beneficiarse con azogue, en polvo o en pepitas o granos que se recogían en los lavaderos de los ríos o en las acequias; pero se desconoció, por lo general, el arte de beneficiar las minas. "La mayor cantidad que se saca de oro en toda la América –dice el Padre Cobo– es de lavaderos". Decíase que el oro en polvo era de tierras calientes. Pero la veta estaba escondida en las tierras frías y desoladas, en las que el oro, mezclado con otros metales, necesitaba desprenderse de la piedra y "abrazarse" con el mercurio, como decían los mineros, con simbolismo nupcial. El oro y la plata encerrados en los sótanos de la tierra se guardaban, según los antiguos filósofos –según recuerda el Padre Acosta–, "en los lugares más ásperos, trabajosos, desabridos y estériles". "Todas las tierras frías y cordilleras altas del Perú, de cerros pelados y sin arboleda, de color rojo, pardo o blanquecino –dice el jesuita, Padre Cobo– están empedradas de plata y oro". Un naturalista alemán del siglo XVIII, gran buscador de minas, dirá que "las provincias de la sierra peruana son las más abundantes en minas y al mismo tiempo las más pobladas y estériles" (Helms). "Se puede considerar toda la extensión de la cordillera de los Andes, en mayor o menor grado, como un laboratorio inagotable de oro y plata". Y lo confirmará, con su estro vidente y popular, el poeta de la Emancipación al invocar en su Canto a Junín como dioses propicios y tutelares, dentro de la sacralidad proverbial del oro, "a los Andes..., las enormes, estupendas / moles sentadas sobre bases de oro, / la tierra con su peso equilibrando". Puede establecerse, así, una ecuación entre la desolación y aridez del suelo y la presencia sacra del oro. Y ninguna tierra más desamparada y de soledades sombrías, que esa vasta oleada terrestre erizada de volcanes y de picos nevados, que es la sierra del Perú y la puna inmediata –"el gran despoblado del Perú", según Squier– que parece estar, fría y sosegadamente, aislada y por encima del mundo, despreciativa y lejana, en comunión únicamente con las estrellas. De ellas brota la tristeza y el fatalismo de sus habitantes –la tristeza invencible del indio, según Wiener– y sus vidas "casi monásticas", grises y frías como la atmósfera de las altas mesetas y en las que la felicidad es hermana del hastío. Es casi el marco ascético de renunciamiento y de pureza que, en los mitos universales del oro, se exige por los astrólogos y los hiero-fantes, para el advenimiento sagrado del metal perfecto, que arranca siempre de un holocausto o inmolación primordial.
El oro argentífero y la plata, su astral compañera, abundaron en todas las regiones de la América prehispánica, aunque no se descubriera sino aquella que arrastraban los ríos o estaba a flor de tierra. El oro asomó, por primera vez, ante los ojos alucinados del Descubridor, como una materialización de sus sueños sobre el Catay y de la lectura del Il Milione en la Isla Española, ante las riquezas del Cibao, que se pudo confundir, por la obsesión de las Indias, con Cipango. Y surgió, luego, en la isla de San Juan, dando nombre a Puerto Rico, y en Cuba. Llegaron, entonces, los gerifaltes de la conquista, poseídos de la fiebre amarilla del oro, que, según el historiador sajón y el donaire de Lope, "so color de religión / van a buscar plata y oro / del encubierto tesoro". Surgió más tarde "la joyería" de México, que capturó Cortés, hasta dar con "la rueda grande con la figura de un monstruo en medio", que se robó, en medio del mar, el corsario francés Juan Florín. Sierras y cursos fluviales de la Nueva España estuvieron cargados de oro, por lo que dijo el cronista Herrera que en toda ella "no hay río sin oro". Y el oro surgió, en Veragua y en Caribana, custodiado no ya por toros que despedían llamas o por dientes de dragón sembrados en la tierra, que pudieran vencerse, como en el mito griego, con la ayuda de Medea, sino defendido por caribes antropófagos, con clavos de oro en las narices y con las flechas envenenadas, más mortíferas que los caballos y los arcabuces. Los espejismos dorados de Tubinama, de Dabaibe y del Cenú –donde el oro se pescaba con redes y había granos como huevos de gallina–, decidieron las razzias de Balboa y Espinosa contra los naturales de Tierra Firme, abrieron el camino de la Mar del Sur, reguero de sangre que esmaltan las perlas del golfo de San Miguel y las esmeraldas de Coaque. A las espaldas de las Barbacoas, de la región de los manglares y del Puerto del Hambre, donde los soldados de Pizarro cumplen la ascética purificación que exige el hallazgo de la piedra filosofal, según la liturgia del Medioevo, estaba el reino de los Chibchas, que dominaron la técnica del oro, lo mezclaron con el cobre y crearon el oro rojo de la tumbaga, inferior en quilates y en diafanidad al oro argentífero del Perú.

EL Oro y LAS leyenda del Perú

Oro y leyenda del Perú

LA LEYENDA ÁUREA
Un mito trágico y una leyenda de opulencia mecen el destino milenario del Perú, cuna de las más viejas civilizaciones y encrucijada de todas las oleadas culturales de América. Es un sino telúrico que arranca de las entrañas de oro de los andes. Millares de años antes que el hombre apareciera sobre el suelo peruano, dice el humanista italiano Gerbi, el futuro histórico del Perú estaba escrito con caracteres indelebles de oro y plata, cobre y plomo, en las rocas eruptivas del período terciario. Los agoreros astrólogos egipcios, los shamanes indios o los sacerdotes taoístas de la China misteriosa e imperial habían establecido ya, milenios antes, la supremacía del oro sobre los demás metales; y el propio desencantado poeta del Eclesiastés reconoció la plata y el oro como "tesoro preciado de reyes y provincias". Los metales eran semejantes a seres vivos que crecían, como las raíces de los árboles bajo la tierra, y maduraban, diversamente, en las tinieblas telúricas, regidos por los astros y el cuidado de Dios. La plata crece bajo el influjo de la Luna, el cobre bajo el de Venus, el hierro bajo el de Marte, el estaño bajo el de Júpiter y el plomo, pesado y frío, bajo el de Saturno. Pero sólo el oro, que recibe del Sol sus buenas cualidades, que no se menoscaba, ni carcome, ni envejece, es el símbolo de la perfección y de la pureza y emblema de inmortalidad. El plomo y los demás metales que buscaban ser oro son como abortos, porque todos los metales hubiesen sido oro –dice Ben Johnson– si hubiesen tenido tiempo de serlo. Pero, el oro, a la par de su primacía solar y su poder de preservar del mal y de acercar a Dios, implica, en la hierofanía del Cosmos, un azaroso devenir en el que juegan los agentes de disolución y dolor y en que se retuerce un sentimiento agónico de muerte y resurrección. Es el destino azaroso de este "pueblo de mañana sin fin", de este "país de vicisitudes trágicas", que vislumbró el poeta español García Lorca cuando dijo : "¡Oh, Perú de metal y de melancolía!".
Todos los mitos de la antigüedad sobre riquezas fabulosas y las alucinaciones de la Edad Media sobre islas Afortunadas o regiones de Utopía y ensueño y todas las recetas arcanas y la experiencia mágico-religiosa de los alquimistas medioevales para trasmutar los metales en oro, se esfuman y languidecen en el siglo XVI, ante el hallazgo de asombro del Imperio de los Incas y de los tesoros del Coricancha. Pudo decirse que, en la imaginación de los filósofos que soñaron la Atlántida o de los cosmográfos y pilotos que buscaban el camino de Cipango, hubo, ya, una nostalgia del Perú. Pizarro es el único argonauta de la historia que le tuerce la cabeza al dragón invencible que custodia el Toisón de Oro y rompe en mil pedazos la redoma de la ciencia esotérica medioeval para obtener la Piedra Filosofal, ya innecesaria. El Perú sobrepasa, con sus tesoros, la fama de la Cólquida y de Ofir. Es el único Vellocino hallado y tangible de la conquista de América. El Inca Atahualpa, avanzando en su litera áurea por la plaza de Cajamarca, entre el rutilante cortejo de sus soldados armados de petos, diademas y hachas de oro, o llenando de planchas y vasijas de oro el cuarto del rescate, es el único auténtico Señor del Dorado.
Se explica bien, entonces, las noticias escalofriantes de los cronistas, el asombro europeo de los humanistas, portulanos y gacetas y la hipérbole de los poetas e historiadores. Las noticias que llegan del Perú, escribe desde Panamá el Licenciado Espinosa al Rey, apenas apresado el Inca en Cajamarca, "son cosa de sueño". Gonzalo Fernández de Oviedo, que ha visto y palpado durante veinte años, desde Santo Domingo y Panamá, para ponerlas en su Sumario de la natural historia de las Indias, todas las riquezas naturales halladas en el Nuevo Mundo, se admira de "estas cosas del Perú" al tocar con sus manos un tejo de oro que pesaba cuatro mil pesos y un grano de oro, que se perdió en la mar, que pesaba tres mil seiscientos pesos, o al ver pasar hacia España tinajas de oro y piezas "nunca vistas ni oídas". Y comenta, venciendo su desconfianza y escepticismo naturales: "Ya todo lo de Cortés paresce noche con la claridad que vemos cuanto a la riqueza de la Mar del Sur". El tesoro de los Incas del Cuzco excede al de todos los botines de la historia: al saco de Génova, al de Milán, al de Roma, al de la prisión del rey Francisco o al despojo de Moctezuma –dirá maravillado el cronista de los Reyes Católicos–, porque "el rey Atahualpa tan riquísimo e aquellas gentes e provincias de quien se espera y han sacado otros millones muchos de oro, hacen que parezca poco todo lo que en le mundo se ha sabido o se ha llamado rico". Francisco López de Gómara diría: "Trajeron casi todo aquel oro de Atabalipa, e hinchiron la contratación de Sevilla de dinero, y todo el mundo de fama y deseo". Y el padre Acosta, con su severidad científica y su don racionalista, nos dirá en su Historia natural y moral de las Indias: "Y entre todas las partes de Indias, los Reinos del Perú son los que más abundan de metales, especialmente de plata, oro y azogue". León Pinelo, que situaría el Paraíso en el Perú, escribe: "La riqueza mayor del Universo en minerales de plata puso el criador en las provincias del Perú". Y Sir Walter Raleigh, avizorando el Dorado español desde su frustrada cabecera de puente sajón de la Guyana, en América del Sur, escribiría: "Ipso enim facto deprehendimus Regem Hispanum, propter divitias et Opes Regni Peru omnibus totis Europae Monarchis Principibusque longue superiorem esse." –"De ello sabemos que el rey de España es superior a todos los reyes y príncipes de Europa por causa de la abundancia y las riquezas del reino del Perú"–. Por las fronteras del Imperio Español de Carlos V, quien hubiera necesitado para sus guerras riquezas seis veces mayores aún, correría la voz de los tesoros del Perú, que servirían al César español para combatir más ardidamente a Francisco I, Lutero y el Turco y se urdiría el nuevo ensalmo de la fortuna, el nuevo mito del oro peruano, que cristaliza en la mente alucinada del europeo en frases que tientan imposibles o resumen desengaños. Será el súbdito francés de Francisco I, quien después de leer en un pequeño folleto tituladoNouvelles certaines des íles du Perou, publicado en Lyon en l534, la lista de los objetos y planchas de oro traídos del Perú, gruñirá su sorpresa o su ironía en dichos como el de "gagner le Perou" que vale por una utopía o fortuna irrealizable, o el de "Ce n’est pas le Pérou" ante la mezquindad de un propósito defraudado. O será el epíteto de "perulero", aplicado por los pícaros de Sevilla y por el teatro del siglo de oro a los indianos enriquecidos a los que se iba a desplumar, o acuchillar la bolsa, al desembarcar en la ría; o el hiperbólico "Vale un Perú", que trasciende la euforia de un mediodía imperial en la historia del mundo y que ha recogido el poeta peruano J. S. Chocano en su estrofa altisonante:

"¡Vale un Perú! Y el oro corrió como una onda
¡Vale un Perú! Y las naves lleváronse el metal;
pero quedó esta frase, magnífica y redonda,
como una resonante medalla colonial."

jueves, 5 de diciembre de 2013

ELEMENTOS BASICOS DE LA ALQUIMIA

bases de la alquimia.
Hechas estas aclaraciones sobre el simbolismo alquímico, veamos en que fundamentaban los alquimistas sus ideas sobre la transmutación de los metales.
La química "clásica" proclama de una forma tajante la imposibilidad de la transmutación de los metales... ¡pese a que la energía nuclear nos dice hoy en día que sí es posible! Sin embargo, las ideas de los alquimistas eran al respecto muy distintas de las de la química clásica. Para ellos, la naturaleza no se componía de materias orgánicas e inorgánicas (las primeras vivas, susceptibles a crecer y desarrollarse, y las segundas muertas e inertes), sino que todo provenía de una única sustancia original.
"Y como quiera que todas las cosas lo fueran por la contemplación de una sola, así también todas las cosas surgieron de esta única cosa por un simple acto de adaptación", reza la tabla de Esmeralda.
Bajo este punto de vista, los metales eran considerados como diferentes estadios de un mismo intento por alcanzar la perfección. Esta perfección eran los metales nobles: el oro y la plata, y los demás metales no eran más que estadios intermedios en el camino de esta perfección. Las creencias alquimistas decían que la Naturaleza, en su constante trabajar, iba transformando lentamente los metales viles en oro, en cuyo estadio se cerraba el proceso hacia la perfección, y a partir de cuyo punto se reinvertía el camino, convirtiéndose los metales nobles de nuevo en metales viles: de ahí precisamente nació uno de las símbolos básicos de la Alquimia, la serpiente que se muerde la cola (o serpiente Ouroboros, que más tarde fue transformada en dragón), como significación de la eterna continuidad del proceso.
Este proceso de ennoblecimiento y de envilecimiento hacía necesaria la posibilidad de la transmutación. La Alquimia, por tanto, no iba contra la Naturaleza: lo único que hacía era intentar ayudarla, acelerar el proceso, suprimir las etapas intermedias y cambiar directamente los metales viles en oro y plata. Por medio de un agente, una sustancia particular que accediera a la transmutación, brusca y repentina de uno a otro extremo.
Este agente era, naturalmente, la Piedra filosofal.
 
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Ilustración perteneciente al famoso "Ripley Scrowle", relación de los trabajos del alquimista inglés Goerge Ripley. En ella podemos ver un objeto rojo central que es la Piedra filosofal, circundada por una serie de escenas que muestran las siete etapas mediante las cuales Ripley afirmaba que podía llegar a ser conseguida, a partir de la sustancia representada por el pequeño ser humano contenido en el matraz. Para ello, según sus palabras, debía seguirse la operación siguiente: "Primero calcina, y después corrompe, disuelve, destila, sublima, desciende y fija..." Las experiencias alquímicas de Ripley le produjeron tal fortuna que se permitía entregar anualmente cien mil libras a los Caballeros de San Juan de Jerusalén. La obra fue editada en Lübeck en 1588.

EXTRAÑOS SECRETOS DEL ORO

*La visión actual de la humanidad no es un producto de la evolución. Así, décadas de darwinismo se enseñan en las escuelas y universidades de todo el mundo, y podrían ser considerados como pseudociencia. Yo creo que el Homo sapiens fué creado por seres extraterrestres *a su imágen y semejanza* hace unos 400 000 años. Y aquí hay que destacar que los extraterrestres, los antiguos llamados *dioses* aparecieron en la Tierra mucho antes de la aparición de los tradicionales textos religiosos.
- ¿Quiénes son nuestros creadores?

*Pueden ser dioses civilizadores. Esta especie es muy similar a nosotros, sólo que más avanzados en términos de tecnología. Aparecieron en el planeta Ki =del sumerio;Tierra= hace millones de años. Mi obra se basa precisamente en la cosmogonía sumeria, egipcia, así como del Yucatán y de fuentes indias. Según mi investigación, es una entidad extraterrestre. Muchas colecciones de piedras peruanas de Ica, recogidas por el Dr. Cabrera, muestran a personas que aparecen en la compañía de dinosaurios y otros animales prehistóricos. Hay dos versiones: o bien los humanos modernos vivieron hace 65 millones de años=fecha de extinción de los dinosaurios=, o los reptiles gigantes se quedaron en la Tierra para el paleolítico tardío, es decir, que éstas piedras datan de este periodo en América del Sur.

-¿También los dinosaurios fueron creados por los dioses civilizadores?

*¡Por supuesto! Es decir, los dinosaurios y ballenas, baobabs y las manzanas, patatas y uvas, vacas, caballos, ovejas y otros animales y la naturaleza misma son en su mayoría vegetales genéticamente modificados. Por eso digo: la gente es el fruto genético de la ciencia genética extraterrestre. Primero se creó la Tierra desde un planeta llamado Tiamat, que giraba en órbita entre Marte y Júpiter y luego el trabajo continuó aquí.

-¿Con qué propósito se llevó a cabo un experimento para crear un ser humano?

*Para ellos, esto no fué un experimento, supongo, sino una necesidad urgente. Hoy sólo podemos hablar del último período de existencia en la Tierra, que se describe en los textos antiguos, que es de unos 400.000 años.. Es el Anunnaki famoso, llamado en los textos sumerios como Enki Enlil y Ninlil, así los recién llegados tuvieron que crear los *dioses menores*, conocidos en la literatura arcaica con la palabra disonante *IGIGI*.
Los trabajadores de la nueva creación debían trabajar en la extracción de metales, como el oro, la producción de alimentos, y todo lo necesario para los trabajadores de turno que venían del planeta Nibiru, el hogar de los Anunnaki. El trabajo era duro a pesar de la divina maquinaria tecnológica y obviamente se rebelaron. Entonces se decidió reemplazar a aquellos trabajadores *Junior*ejemplares biológicos, por la *gente*.
-Pero el oro… ¿Por qué los extraterrestres tomaron un metal tan noble?

*Energía! Debido a ser dueños de sus fuentes de hoy en día, el oro sigue provocando numerosos conflictos. Hay una versión, de que el oro extraído en el mundo por aquellos *dioses* era imprescindible para su planeta de origen, ellos lo transformaban en un capullo formado por placas pequeñas, con el fin de preservar el calor planetario ya que Nibiru estaba muy lejos del Sol en un período de revolución alrededor de 3600 años terrestres. Me inclino a interpretar ésto como la necesaria civilización de la Tierra para extraer el metal amarillo, de la misma manera como nosotros usamos el petróleo, gas, carbón y uranio, como fuente de energía.

-¿Cómo se explica técnicamente la energía en el oro? Cómo recibir energía desde el metal?
*Hoy en día, en los productos electrónicos, televisores, computadoras, el oro se utiliza, aunque en pequeñas dosis. En las últimas producciones de Rusia para la industria de las radio comunicaciones se utilizaron hasta veinte toneladas de oro. El oro proporciona una velocidad constante de corriente baja, y por lo tanto la estabilidad de la transmisión de la información. En Tehuacán-México se ha descubierto recientemente una pirámide en cuya base fueron puestos condensadores de potencia entre dos gruesas capas de Mica extremadamente pura. 
Los arqueólogos que descubrieron los restos los examinaron. El resultado sorprendió: en las muestras estudiadas se encontraron micropartículas de aleación de oro de calidad muy alta. Como sello entre las capas de mica en el condensador vasto y poderoso, estaba el metal amarillo. 

-¿Y cuál es la función de este condensador?
*Al parecer, una fuente de alimentación para muchos aparatos extraterrestres eléctricos. Los gigantes bloques de pórfido y granito utilizados en la albañilería ciclópea de los edificios, era necesario ser cortado con algo especial. Por ello todo esto tiene una enorme energía. Y esto es sólo una pequeña parte de la vida de éstos dioses. Además, la pirámide podría ser parte de un gran transmisor y recepción de un sistema de comunicación utilizado entre la colonia de la Tierra y la metrópoli en Nibiru. Una especie de antena parabólica, para decirlo llanamente. La pirámide era un objeto técnico bastante versátil.

-¿Cuáles son los textos que indican su inclinación hacia la teoría del oro?
*Hoy en día sobreviven cuatro Códigos Mayas =uno en especial= que contiene información sobre el tema del oro. También hay una descripción del oro en tablillas de arcilla mesopotámicas. Sobrevivió un montón de información escrita y física, pero se refiere sobre todo de nuestro tiempo, la quinta civilización, una edad de unos 12-14 mil años =después del diluvio=.
Una amplia gama de artefactos ocultos han salido a la vista, en la costa del Océano Ártico, en los montes Urales, en Siberia, en general, pero este es un tema que describe el primer caso, el de un mundo antediluviano. Allí se puede encontrar evidencia gráfica de mi conclusión de que los dioses estaban enfocados en la provisión del oro como fuente de energía.

-¿Por qué la extracción de oro para los dioses se ha interrumpido?, o ¿continúa todavía?
*Esta pregunta es de interés para muchos investigadores. De acuerdo con las fuentes escritas, la minería de oro se abandonó desde miles de años atrás. Sólo entonces se convertirá en un metal de los reyes, y a partir de allí, también de los plebeyos. Antes de eso, el oro fué prohibida en su extracción y participó sólo en el santuario de homenaje a los dioses. Esto se ve claramente en las antiguas tumbas de personas importantes en las cuales, necesariamente, de una forma u otra, hay oro. Por qué se detuvo la producción es una cuestión aún más complicada de descubrir. Puede haber sido que durante miles de años haya sido suficiente, o bien las batallas entre los distintos grupos de dioses lograron que el ser humano entrara en guerras y ya no puediera ser utilizado como esclavo.
***Sumamente interesante me resulta ésta visión rusa del trabajo de Sitchin y recuerdo que éste tema fué abordado por el amigo Oscar en el Foro Nuevos Tiempos. En mi personal óptica sobre éste tema ustedes conocen ya mi adhesión al trabajo de Sitchin así que no vale la pena redundar, pero sí quisiera agregar mi opinión sobre el tema del oro. Ciertamente, el acopio pudo haber sido los suficiente como para no necesitar seguir extrayéndolo, o bien con el correr de los milenios hallaron otro elemento para suplantarlo, o simplemente Nibiru se volvió irrecuperable para la vida y sus habitantes transmigraron a otros mundos, y como hipótesis final, Nibiru se extinguió por un cataclismo o por guerras internas o interplanetarias. Por el momento es imposible tener certeza sobre esa cuestión. Y del oro en la Tierra, efectivamente pareciera que ese metal quedó especialmente circunscripto a los ceremoniales y rituales de antiguos dioses de nuestra historia y también en las religiones que hoy dominan al mundo. Es como si fuera una especie de *homenaje* a los dioses del oro. Pero si bien podríamos suponer que tanto oro extraído durante milenios por aquellos extraterrestres se hubiera terminado, es incorrecto. Existen grandes minas en la actualidad, se siguen descubriendo otras y se estima que el oro tiene una abundancia media de 0.004 ppm en la corteza terrestre y tambien queda en el manto del suelo, en arenas eluviales. Por citar solo un ejemplo, *Las Cristinas* en Venezuela, situado en el estado de Bolívar, es uno de los mayores yacimientos de oro que quedan en el mundo sin explotar. Es decir que el oro está muy lejos de haber sido extinguido por más que han pasado miles y miles de años de extracción. 
La gran pregunta es..¿para qué se sigue extrayendo oro?
Más allá de lo ritual.
Algunas aplicaciones;

*Funciones críticas en comunicaciones, naves espaciales, motores de aviones de reacción y otros muchos productos.
*Se emplea como recubrimiento protector en muchos satélites debido a que es un buen reflector de la luz infrarroja.
*Su alta conductividad eléctrica y resistencia a la oxidación ha permitido un amplio uso como capas delgadas electrodepositadas sobre la superficie de conexiones eléctricas para asegurar una conexión buena, de baja resistencia.
*El oro coloidal =nanopartículas= es una solución intensamente coloreada que se está estudiando en muchos laboratorios con fines médicos y biológicos. También es la forma empleada como pintura dorada en cerámicas.
*El ácido cloroaúrico se emplea en fotografía.
*El isótopo de oro 198Au, con un periodo de semidesintegración de 2,7 días, se emplea en algunos tratamientos de cáncer y otras enfermedades.
*Se emplea como recubrimiento de materiales biológicos permitiendo ser visto a través del microscopio electrónico de barrido (SEM).
*Se ha iniciado su uso en cremas faciales o para la piel.

Como debemos dudar necesariamente de todo, podríamos pensar que es valioso para su utilización en el ámbito espacial, algo que desvela a nuestra raza, sin embargo, también podríamos pensar en otras razones.
Descarto su extracción exclusivamente para el ritualismo y las aplicaciones anteriormente citadas, y estoy muy convencido de lo siguiente;

El oro como valor primordial de reaseguro.
Todo puede caer en éste mundo de valores, en papel, en moneda, en comercio electrónico, pero si algo no cae jamás es el oro. Es en las bóvedas de los grandes bancos de nuestro planeta donde descansan toneladas de éste metal, bajo las normas de seguridad más celosas y estrictas del mundo. Es decir, que podría acabarse todo lo creado por el hombre, pero el oro está allí…bien guardado y sin ningún tipo de utilización, en lingotes que no cumplen ninguna función más que….
¿Un futuro asegurado?. 
Ésto desencadena en la hipótesis de que la conexión entre aquellos extractores extraterrestres de nuestro oro y nuestra civilización, nunca se cortó. Esas toneladas mezquinamente inútiles que descansan en las inexpugnables bóvedas de los bancos, podrían ser el pasaporte para nuestra élite si las cosas en el planeta un día llegan a ser inevitables para la vida y la continuidad de la misma. 

¿Moneda de cambio para comprar un pasaporte a otro lugar?, podría ser, como también podría ser que nuestro planeta estando tan cerca del Sol sin la misma necesidad que tenía Nibiru, a pesar de ello podría padecer de severos cambios en nuestra estrella y necesitar del oro para *curar* a la Tierra, tal como hacían aquellos habitantes del planeta del cruce.
Sin dudas que el tema del oro y su exagerada extracción no se condice con la utilización y su consumo, por el contrario, el oro es acumulado en su mayor parte, y muy poco es lo que se destina a la manufactura.
Las religiones no lo han abandonado, a manera de mantener viva su adoración a su dios o dioses, y quienes detentan el poder concentrado de nuestra raza, lo guardan celosamente, detrás del misterio, del misticismo, y de las sociedades secretas. Algo encierra el oro que nada tiene que ver con lo poco que sabemos de él, y cuando algo se mantiene en secreto, ya sabemos que allí hay algo que no se desea revelar a la gran mayoría de los que formamos parte de la humanidad. El oro, un misterio que sólo conocen unos pocos.

martes, 26 de noviembre de 2013

PRECIO DEL ORO


Evolución Histórica de los Precios de los Principales Minerales
Promedios Anuales
 AÑOCOBRE
 Ctvs.US$/lb
ORO
 US$/OzTr
ZINC
Ctvs.US$/lb
PLATA
US$/OzTr
PLOMO
Ctvs.US$/lb
ESTAÑO
Ctvs.US$/lb
1995133.18384.52 46.78  5.19 28.62281.82 
1996104.14388.2546.525.1935.12279.62
1997103.28331.5659.754.8928.32256.09
199875.02294.4846.465.5423.98251.30
199971.32279.1748.825.2522.80245.07
200082.24279.3751.165.0020.59246.57
200171.60271.2340.174.3921.60203.40
200270.74310.1335.324.6320.53184.18
200380.70363.6237.544.9123.36222.03
2004129.99409.8547.536.6940.21383.13
2005166.87445.4762.687.3444.29334.84
2006304.91604.58148.5611.5758.50398.29
2007322.93697.41147.0713.42117.03659.47
2008315.51872.7285.0415.0194.83839.60
2009233.52973.6275.0514.6877.91615.83
2010342.281225.2998.1820.1997.61926.63
2011400.201569.5399.5035.17108.971183.96
  Fuente: Notas Semanales BCRP
Cotización / Últimas 24 horas
ORO
US$ por Onza


  
 PLATA
US$ por Onza


 
COBRE
US$ por Libra


  
 ZINC
US$ por Libra


 
PLOMO
US$ por Libra