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martes, 10 de diciembre de 2013

EL BOTÍN DEL CUZCO ORO EN ABUNDANCIA

EL BOTÍN DEL CUZCO
El cronista Agustín de Zárate dice que en el Cuzco se halló tanto como en Caxamalca. Gómara dice "que fue mas, aunque como se repartió entre más gente no pareció tanto". Pero Garcilaso afirma que en el Cuzco "ovo mas". De las publicaciones hechas por el historiador peruano don Rafael Loredo sobre el acta inédita del reparto del Cuzco, se deduce que el botín de esta ciudad ascendió a 588,226 pesos de oro de 450 maravedís, y a 164,558 marcos de plata buena a 2,110 maravedís y 63,752 marcos de plata mala a 1,125 maravedís, lo cual da un total de 793,140,080. En Cajamarca, según el mismo documento, se obtuvo 1326539 pesos de oro de 450 maravedís y 51610 marcos de plata a su verdadera ley de 1958 maravedís, lo que da un total de 697994 930. Esto confiere, evidentemente, una ligera ventaja, en las cifras oficiales, al tesoro del Cuzco sobre el de Cajamarca, aunque bien sabemos que en esta villa mucho no fue quintado ni fundido y hubo múltiples evasiones. Únicamente el escaño de Pizarro –que pesó 83 kilos de oro de 15 quilates y no fue contado– restablece la balanza a favor del botín cajamarquino. Por de pronto, el oro habido en Cajamarca fue más del doble del que se hubo en el Cuzco. Es la plata la que predomina en este último reparto. La cuota asignada en el Cuzco a cada soldado tuvo que ser menor, ya que era mayor el número de participantes. Se hicieron 480 partes, sobre las 168 de Cajamarca, y a cada soldado le tocó, según unos, 4000 pesos y 700 marcos de plata. De las pocas cifras dadas por Loredo, se percibe que un soldado común, como Juan Pérez de Tudela, recibió 1023 marcos de plata de diversa ley. Los de a caballo parecen haber recibido 1126 pesos de buen oro y 2553 pesos de oro de 22 1/2 quilates. En el quinto del Rey, se mencionan algunos objetos que no fueron fundidos, como "una mujer de 18 quilates que pesó 128 marcos de oro" o sea 29 kilos 440 gramos, lo que, según Loredo, corresponde a la suma actual de 736000 soles oro; también figura, como en Cajamarca, "una oveja de oro de 18 quilates que pesó 5 750 pesos o sea 26 kilos 450 gramos, lo que equivaldría, según el mismo cálculo, a 661000 soles. En el quinto hubo 11 mujeres de oro y 4 ovejas o llamas del mismo metal".Pizarro recibió lo que le correspondía "en piezas labradas de indios y en ciertas mujeres de oro". La pieza más extraordinaria del botín del Cuzco fue, según el documento glosado por Loredo, una "plancha de oro blanco que no ovo con que pesalla", y que se presume fuera la imagen de la luna arrancada al Templo del Sol.

lunes, 9 de diciembre de 2013

EL ORO MITICO INCAICO

EL ORO: MITO INCAICO
Los Incas no inventaron las técnicas del oro; pero el oro fulgura, desde el primer momento de su aparición, en el valle de Vilcanota en los mitos de Tamputocco y Pacarictampu, como atributo esencial de su realeza, de su procedencia solar por la identificación de sol y oro en la mítica universal y de su mandato divino. Una fábula costeña, adaptada en la dominación incaica, relataba que del cielo cayeron tres huevos, uno de oro, otro de plata y otro de cobre, y que de ellos salieron los curacas, las ñustas y la gente común. El oro es, pues, señal de preeminencia y de señorío, de alteza discernida por voluntad celeste. Los fundadores del Imperio, las cuatro parejas paradigmáticas presididas por Manco Cápac, usan todavía la honda de piedra para derribar cerros, pero traen ya, como pasaporte divino, sus arreos de oro para deslumbrar a la multitud agrícola en trance de renovación. Los cuatro hermanos Ayar portan alabardas de oro, sus mujeres llevan tupus resplandecientes y en las manos auquillas o vasos de oro para ofrecer la chicha nutricia de la grandeza del Imperio. La figura de Manco, el fundador del Cuzco y de la dinastía imperial incaica, fulge de oro mágico solar y sobrenatural. Una fábula cuzqueña refiere que la madre de Manco colocó en el pecho de éste unos petos dorados y en la frente una diadema y que con ellos le hizo aparecer en la cumbre de un cerro, donde la reverberación solar le convirtió ante la multitud en ascua refulgente y le consagró como hijo del sol. En los cantares incaicos el dios Tonapa, que pasa fugitivo y miserable por la tierra, deja en manos de Manco un palo que se transforma luego en el tupayauri o cetro de oro, insignia imperial de los Incas. Manco sale en la leyenda de Tamputocco de una ventana, la Capactocco, enmarcada de oro, y marcha llevando en la mano el tupayauri o la barreta de oro que ha de hundirse en la tierra fértil y que le ha de defender de los poderes de destrucción y del mal. Mientras sus hermanos son convertidos en piedra, él detiene el furor demoníaco de las huacas que le amenazan y fulmina con el tupayauri a los espíritus del mal que se atraviesan en su camino. En retorno, cuando Manco manda construir la casa del Sol –el Inticancha–, ordena hacer a los "plateros" una plancha de oro fino, que significa "que hay Hacedor del cielo y tierra" y la manda poner en el templo del Sol y en el jardín inmediato a éste, a la vez que hace calzar de oro las raíces de los árboles y colgar frutos de oro de sus ramas.
El oro se convierte para los Incas en símbolo religioso, señal de poderío y blasón de nobleza. El oro, escaso en la primera dinastía, obtenido penosamente de los lavaderos lejanos de Carabaya, brilla con poder sobrenatural en los arreos del Inca –en el tupayauri, los llanquis u ojotas de oro, la chipana o escudo y la parapura o pectoral áureo– y se reserva para las vasijas del templo y la lámina de oro que sirve de imagen del sol colocada hacia el Oriente, que debe recibir diariamente los primeros rayos del astro divino y protector. La mayor distinción y favor de la realeza incaica a los curacas aliados y sometidos, será iniciarles en el rito del oro, calzándoles las ojotas de oro y dándoles el título de apu. Y los sacerdotes oraban en los templos para que las semillas germinasen en la tierra, para que los cerros sagrados echasen oro en las canteras y los Incas triunfasen de sus enemigos.
Los triunfos guerreros de los Incas encarecen el valor mítico del oro y su prestancia ornamental. El Inca vencedor exige de los pueblos vencidos el tributo primordial de los metales y el oro que ha de enriquecer los palacios del Cuzco y el templo de Coricancha. Todo el oro del Collao, de los Aymaraes y de Arequipa, y por último del Chimú, de Quito y de Chile, afluye al Cuzco imperial. Los ejércitos de Pachacútec vuelven cargados de oro, plata, umiña o esmeraldas, mulli o conchas de mar, chaquira de los yungas, oro finísimo del Tucumán y los Guarmeaucas, tejuelos de oro de Chile y oro en polvo y pepitas de los antis. El mayor botín dorado fue, sin embargo, el que se obtuvo después del vencimiento del señor del Gran Chimú, en tiempo de Pachacútec. El general Cápac Yupanque, hermano del Inca y vencedor de los yungas de Chimú, reúne en el suelo de la plaza de Cajamarca –donde más tarde habría de ponerse el sol de los Incas, con otro trágico reparto– el botín arrebatado a la ciudad de Chanchán y a los régulos sometidos al Gran Chimú y a su corte enjoyada y sensual, en el que contaban innumerables riquezas de oro y plata y sobre todo de "piedras preciosas y conchas coloradas que estos naturales entonces estimaban más que la plata y el oro".

domingo, 8 de diciembre de 2013

USOS DEL ORO EN EL ANTIGUO PERU

Pizarro, Almagro y todos sus seguidores salieron de Panamá rumbo al Perú con una idea fija: el oro. Llegaron y conquistaron, mataron y quemaron, y encontraron oro, mucho oro, quizá más del que esperaban encontrar. Pero el oro, aquí, no era igual que en otras partes; de eso, se dieron rápida cuenta, y es así que en el Perú, la historia del oro es propia y diferente a las demás naciones del mundo.
oro de la cultura Chavín
Brazalete de oro (extendido para la muestra) de la cultura Chavín. Fue fabricado con la técnica del martillado en frio y posteriormente, repujado.
Y; ¿Cuáles son estas tremendas diferencias?
Pues, básicamente, 2 : Nunca se hizo un objeto de oro puro, siempre aleado con plata o cobre, o con ambos. Y segundo, sólo se usó para fines ceremoniales y de ostentación.
A la técnica que consiste en alear el oro con plata y cobre la llamaron tumbaga, y sus ventajas más saltantes son su bajo punto de fundición, mayor dureza en el acabado y una mayor cantidad de metal con apariencia de oro puro. La medida de la mezcla era, aproximadamente de 75% oro, 15 de plata y 10% de cobre.
Para los conquistadores, el oro era, quizá lo único importante, pues con él podían obtener todo lo que quisieran. PERO AQUÍ NO. Con oro no podían comprar nada, pues ese metal no fue usado como medida de intercambio. Otros materiales como el mullu (molusco de aguas calientes) o los textiles, si tenían valor comercial. Por eso, cuando saquearon templos y palacios y los despojaron de todo el preciosos metal que contenían no causaron la ruina económica de los incas, pero si su ruina cultural. Pues en ese metal estaban hechos las más importantes representaciones de dioses, señores y demás ornamentos de la liturgia.
¿Cuáles fueron los principales objetos fabricados en oro?
Podemos organizarlos en 3 grupos: Funerarios, ceremoniales y de uso personal. Y la técnica mas usada para la fabricación de estos objetos fue el trabajo de láminas por martillado, para luego ser modeladas y/o repujadas.
Los objetos para fines funerarios son los que adornan al fardo funerario como máscaras, pecheras y tocados. Entre los de uso ceremonial podemos contar los tumis (cuchillos), sonajas, copas, esculturas. Los objetos de uso personal son los más numerosos, y es que, los que pudieron, se llenaron de oro de pies a cabeza. Con oro fabricaron sandalias, brazaletes, orejeras, pecheras, coronas, collares, canilleras, gargantillas, narigueras, cetros y muchas cosas más.
El oro no fue para la herencia, el dueño y señor se llevó todo a la tumba. Por eso, la mayor cantidad (sino la totalidad) de objetos de ese metal expuestos en museos o colecciones particulares, provienen de tumbas. Y son pocas las que se han encontrado por (arqueólogos y saqueadores), de lo que podemos deducir, que a lo largo de la historia, en el Perú, mucho oro estuvo en pocas manos.
Según los últimos avances en la investigación arqueológica, el hallazgo más antiguo de oro se produjo en Waywaka, una pequeña comunidad ubicada cerca de la ciudad de Andahuaylas (sur del Perú). Su descubridor, Joel Grossman, encontró finas láminas de este metal, junto con las herramientas necesarias para su fabricación. Fechó su descubrimiento, alrededor del 1,500 a.c: (hace más de 3,500 años).
La cúspide en arte y técnica no se logro con los incas (1450 d.c.), sino mucho antes, con los moches (200 d.c.). Esta nación logró el más alto grado de desarrollo y nos ha legado la mayor cantidad de piezas de oro, como son los ornamentos del Señor, el Viejo Señor y el Sacerdote de Sipán .
oro de la cultura Moche
Cuenta de oro (tumbaga) que junto con otras similares debió formar un collar. Esta pieza es asignada a la cultura Moche.
El oro fue una prospera industria, pues ocupó desde mineros, pasando por comerciantes hasta hábiles artesanos, alimentados por una continua y creciente necesidad de los más poderosos de ostentar y cubrirse de brillo, lo más que se pueda.

USOS DEL ORO EN EL ANTIGUO PERU

Pizarro, Almagro y todos sus seguidores salieron de Panamá rumbo al Perú con una idea fija: el oro. Llegaron y conquistaron, mataron y quemaron, y encontraron oro, mucho oro, quizá más del que esperaban encontrar. Pero el oro, aquí, no era igual que en otras partes; de eso, se dieron rápida cuenta, y es así que en el Perú, la historia del oro es propia y diferente a las demás naciones del mundo.
oro de la cultura Chavín
Brazalete de oro (extendido para la muestra) de la cultura Chavín. Fue fabricado con la técnica del martillado en frio y posteriormente, repujado.
Y; ¿Cuáles son estas tremendas diferencias?
Pues, básicamente, 2 : Nunca se hizo un objeto de oro puro, siempre aleado con plata o cobre, o con ambos. Y segundo, sólo se usó para fines ceremoniales y de ostentación.
A la técnica que consiste en alear el oro con plata y cobre la llamaron tumbaga, y sus ventajas más saltantes son su bajo punto de fundición, mayor dureza en el acabado y una mayor cantidad de metal con apariencia de oro puro. La medida de la mezcla era, aproximadamente de 75% oro, 15 de plata y 10% de cobre.
Para los conquistadores, el oro era, quizá lo único importante, pues con él podían obtener todo lo que quisieran. PERO AQUÍ NO. Con oro no podían comprar nada, pues ese metal no fue usado como medida de intercambio. Otros materiales como el mullu (molusco de aguas calientes) o los textiles, si tenían valor comercial. Por eso, cuando saquearon templos y palacios y los despojaron de todo el preciosos metal que contenían no causaron la ruina económica de los incas, pero si su ruina cultural. Pues en ese metal estaban hechos las más importantes representaciones de dioses, señores y demás ornamentos de la liturgia.
¿Cuáles fueron los principales objetos fabricados en oro?
Podemos organizarlos en 3 grupos: Funerarios, ceremoniales y de uso personal. Y la técnica mas usada para la fabricación de estos objetos fue el trabajo de láminas por martillado, para luego ser modeladas y/o repujadas.
Los objetos para fines funerarios son los que adornan al fardo funerario como máscaras, pecheras y tocados. Entre los de uso ceremonial podemos contar los tumis (cuchillos), sonajas, copas, esculturas. Los objetos de uso personal son los más numerosos, y es que, los que pudieron, se llenaron de oro de pies a cabeza. Con oro fabricaron sandalias, brazaletes, orejeras, pecheras, coronas, collares, canilleras, gargantillas, narigueras, cetros y muchas cosas más.
El oro no fue para la herencia, el dueño y señor se llevó todo a la tumba. Por eso, la mayor cantidad (sino la totalidad) de objetos de ese metal expuestos en museos o colecciones particulares, provienen de tumbas. Y son pocas las que se han encontrado por (arqueólogos y saqueadores), de lo que podemos deducir, que a lo largo de la historia, en el Perú, mucho oro estuvo en pocas manos.
Según los últimos avances en la investigación arqueológica, el hallazgo más antiguo de oro se produjo en Waywaka, una pequeña comunidad ubicada cerca de la ciudad de Andahuaylas (sur del Perú). Su descubridor, Joel Grossman, encontró finas láminas de este metal, junto con las herramientas necesarias para su fabricación. Fechó su descubrimiento, alrededor del 1,500 a.c: (hace más de 3,500 años).
La cúspide en arte y técnica no se logro con los incas (1450 d.c.), sino mucho antes, con los moches (200 d.c.). Esta nación logró el más alto grado de desarrollo y nos ha legado la mayor cantidad de piezas de oro, como son los ornamentos del Señor, el Viejo Señor y el Sacerdote de Sipán .
oro de la cultura Moche
Cuenta de oro (tumbaga) que junto con otras similares debió formar un collar. Esta pieza es asignada a la cultura Moche.
El oro fue una prospera industria, pues ocupó desde mineros, pasando por comerciantes hasta hábiles artesanos, alimentados por una continua y creciente necesidad de los más poderosos de ostentar y cubrirse de brillo, lo más que se pueda.

viernes, 6 de diciembre de 2013

la piedra filosofal y la alquimia

¿Existió realmente la piedra filosofal?
¿Existieron realmente estas tres cosas? Para el espíritu científicamente racionalista, la Alquimia no puede ser más que una enorme superchería que arrastró tras de su falsedad a miles de espíritus, que quemaron sus vidas en pos del logro de un ideal irrealizable. Y sustentan esta opinión en un hecho científicamente indiscutible: el que los alquimistas emplearon medios puramente empíricos en su labor: no buscaron, no investigaron, sencillamente tantearon, de una forma instintiva y puramente irracional.
Es absurdo tratar a la Alquimia de falsa por el hecho de ser acientífica... si se desarrolló en un tiempo en el que precisamente la ciencia, tal y como la entendemos hoy en día, era algo que no existía en absoluto. Los métodos alquímicos, ciertamente, distan mucho de los frios, racionales y lógicos métodos científicos actuales, pero no por ello dejaron de ser en multitud de ocasiones completamente efectivos. La lista de los grandes descubrimientos químicos realizados por los alquimistas sería interminable: Alberto Magno describe en sus obras la composición química del cinabrio y del minio, Raimundo Lulio dio la receta para la preparación del bicarbonato potásico, Basilius Valentinus fue el descubridor de los ácidos sulfúrico y clorhídrico, el alemán Brandt descubrió el fósforo, Vigenère hizo lo mismo con el ácido benzoico, Paracelso fue el primero en descubrir el zinc, Juan Baustista della Porta fue el primero en preparar el óxido de estaño. Multitud de alquimistas descubrieron en su tiempo (y algunos de ellos perecieron por su causa) la pólvora, en el curso de sus trabajos alquímicos. Pero el alquimista trabaja sobre la nada, sin bases concretas sobre las que sustentar su labor. Los alquimistas hacían las cosas de un modo puramente empírico, buscando sus respuestas por unos medios tan completamente distintos a los actuales que hoy los calificaríamos como aberrantes. Los químicos de hoy, por ejemplo, se rigen por el análisis químico de sus preparados; pero el análisis químico no surge hasta el siglo XVIII, por lo que los alquimistas sólo podían guiarse por el cambio de apariencia y coloración de sus materiales.
¿Estaban equivocados los alquimistas en sus teorías? Según la ciencia clásica, rotundamente sí. Por otro lado, los alquimistas habían desarrollado una serie de complementos a sus creencias básicas que hoy nos son inaceptables: los metales eran como las semillas, eran susceptibles de crecer, desarrollarse y multiplicarse en determinadas condiciones, ¡poseían incluso sexo!, el mercurio, como único metal líquido, era considerado como la matriz en la que se gestaban los demás metales (y de ahí su amplio uso en Alquimia)... Los razonamientos de los alquimistas, de todos modos, eran dignos de ser tenidos en cuenta por su originalidad: las plantas, argumentaban, no nacen de las plantas: no se puede hacer crecer un melón de otro melón, sino de una semilla de melón. Los metales, por lo tanto, deben nacer también de semillas de metales. ¿Y no puede considerarse acaso la Piedra filosofal como una especie de semilla? En Alquimia, para obtener la Piedra filosofal, en la última fase de la operación, hay que añadir unos granos de oro a la mezcla. Esta operación es llamada "siembra".
La Alquimia se vio completamente desacreditada por la avalancha de racionalismo que inundó el siglo XVIII y siguientes. Hoy en día, sin embargo, algunas ramas de la ciencia de vanguardia, principalmente la física atómica han redescubierto con gran sorpresa la Alquimia. Los físicos atómicos descubren con estupor que llegan a conseguir transmutaciones como las que los alquimistas decían poder realizar en sus hornos. Eric Edward Dutt abtuvo rastros de oro en las superficies de sus muestras metálicas tras someterlas a una descarga condensada a través de un conductor de boruro de tungsteno; los rusos obtendrían más tarde idénticos resultados usando potentes ciclotrones. El agua pesada, ¿NO ES LO MISMO QUE EL "AQUA PERMANENS" DE LOS ALQUIMISTAS, CON LA ÚNICA DIFERENCIA DE QUE LOS MODERNOS LABORATORIOS LA CONSIGUEN, TRABAJANDO CON LUZ POLARIZADA (la luz de la Luna es luz polarizada) EN POCO TIEMPO, MIENTRAS QUE LOS ALQUIMISTAS NECESITABAN PARA ELLO MÁS DE VEINTE AÑOS? El agua pesada, los superconductores (que el físico obtiene a temperaturas cercanas al cero absoluto), los elementos isotópicos... todos tienen sus analogías en la antigua literatura alquimista. Tan sólo hay una diferencia: el científico de hoy llega a sus resultados en poco tiempo (pueden realizarse miles de ensayos en el poco tiempo de unas horas), con la ayuda de complicados y costosos aparatos y dispendiando grandes cantidades de energía. Los alquimistas, por su parte, usaban un reducido laboratorio de cocina, unos medios casi insignificantes... pero tenían toda una vida por delante.
Sea como fuere, hay que aceptar que algunos relatos que han llegado hasta nosotros sobre la obtención de la Piedra filosofal y la obtención del oro alquímico son una realidad. Y no hablamos con ello de los alquimistas fraudulentos, aquellos que utilizaban unos bien aprendidos trucos para engañar a los incautos con falso oro y falsas Piedras filosofales, sino alquimistas reconocidos por su honestidad. Más allá de las recetas que, como la mayor parte de los grimorios, nos indican los "métodos infalibles de conseguir oro, la juventud eterna, la invisibilidad, etc.", algunos alquimistas afirman seriamente haber hallado el secreto de la Piedra filosofal. Hay pruebas (aunque para muchos sean circunstanciales) de ello. Hay medallas conmemorativas acuñadas en oro alquímico. Aunque todos estos alquimistas hayan muerto llevándose su secreto a la tumba, estas pruebas han quedado. Y sus relatos también.
 
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El homúnculo, aquí bajo la apariencia de Mercurio y con los símbolos del Sol y la Luna, debía, según los alquimistas, ser concebido sin unión sexual. Paracelso estaba convencido de la posibilidad de la creación del mismo, a base de esperma y sangre. ¿No es ahí donde se encuentra el DNA?
 
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La "unión de los contrarios". El rey y la reina, símbolos de la virilidad y la feminidad, el Sol y la Luna, y el día y la noche, se unen en un solo cuerpo. El dragón encarna el principio de unificación, y la estrella representa la Piedra Filosofal.

jueves, 5 de diciembre de 2013

atributos de la piedra filosofal

Atributos de La piedra filosofal.
Pero supongamos que todo haya ido bien. El alquimista ha obtenido en su Huevo alquímico el preparado púrpura tan anhelado. Este será el primer paso práctico para obtener la Piedra filosofal... pero no es aún la Piedra filosofal propiamente.
El alquimista deberá abrir entonces el recipiente y extraer el compuesto. Este compuesto deberá ser lavado múltiples veces, durante meses enteros si es necesario, con agua tridestilada. Esta agua es a su vez importantísima, y constituye para muchos autores uno de los principales productos alquímicos después de la Piedra filosofal: es el Elixir de larga vida, el elixir que, ingerido periódicamente, dará una larga y venturosa vida al alquimista, aunque no la inmortalidad, ya que lo único que evita el elixir es el desgaste físico del cuerpo humano, no la enfermedad ni los accidentes.
Y queda luego la Piedra propiamente dicha, ya completa, que puede según algunos autores ser blanca o roja, que puede ser sólida o convertirse en polvo, y de la cual bastará una pequeñísima parte para transformar en oro o plata el más innoble metal... aunque generalmente se utilice siempre el plomo o el mercurio.
Pero la Piedra también puede ser usada en su forma líquida: su polvo se disuelve entonces en mercurio, y se obtiene así el agua mercurial o agua póntica, llamada también el Disolvente universal, e identificada por muchos autores también con el Elixir de larga vida.
Pero todas estas, si bien son las más importantes, no son las únicas virtudes y cualidades atribuidas a la Piedra filosofal, al Elixir de larga vida y al Disolvente universal. Los propios alquimistas (y muchas veces también la imaginación de las gentes) atribuyeron a la Piedra filosofal en sus distintas formas los más extraordinarios atributos. Así, se consideraba que la Piedra filosofal, además de convertir los metales en oro, era capaz de gobernar a las potencias celestes, permitir conocer el pasado y el futuro, lograr la invisibilidad con sólo hacerla girar entre las manos, crear el movimiento contínuo, resolver la cuadratura del círculo, permitir a su poseedor volar por los aires, ¡fabricar el mítico homúnculo!
El Elixir de larga vida, por su parte, es catalogado como capaz de volver de nuevo jóvenes a los viejos, resucitar a los muertos, prolongar enormemente la vida... pero añaden los libros (y pese a que se afirme que puede resucitar a los muertos) no da la inmortalidad. Uno de los derivados de este elixir, la Panacea (llamada también panacea universal, no porque esté extendida por todo el mundo, sino porque su poder alcanza a todas las cosas), es reputada como capaz de curar todos los males sin distinción y, por supuesto, sin la menor excepción.
El Disolvente universal, finalmente, uno de los últimos productos de la elaboración alquímica, llamado también Alkaest, es capaz de disolver absolutamente todos los cuerpos, manteniéndolos en su estado líquido...
 
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Esta página del libro inglés del siglo XVI "The Crowne of Nature" nos muestra la imagen simbólica de la "esencia de mercurio", que algunos alquimistas creían era el ingrediente fundamental de la materia.

EL HUEVO COSMICO Y LA ALQUIMIA

El huevo alquímico.
Este recipiente hermético, dentro del cual ocurrirán a partir de ahora todas las transformaciones cuyas fases son descritas más o menos alegóricamente en todos los libros alquímicos (el Cuervo, el Rey y la Reina, el Hermafrodita, la Rosa roja y la Rosa blanca...) es llamado por los alquimistas el "huevo alquímico", "huevo cósmico" o "huevo filosofal", ya que, tratándose de un recipiente herméticamente cerrado, en su interior se producirán toda la serie de transmutaciones que, al igual que los cambios del embrión en el interior de un huevo, darán nacimiento finalmente a la Piedra filosofal.
La preparación, formación y "gestación" de este huevo alquímico es también larga: puede durar meses, incluso años... y puede resultar también inútil. En esta última fase de su trabajo, el alquimista debe poner un especial cuidado y atención, ya que cualquier error puede dar al traste con una labor de años. Su base de observación serán los cambios de color y apariencia de la mezcla en el interior del recipiente (llamado también por algunos autores cucúrbita, debido a su forma semejante a una calabaza), único modo de saber si las cosas marchan bien o mal. Si las cosas marchan bien, el contenido del Huevo adquirirá primero un color negro intenso, luego aparecerán en su superficie unos corpúsculos, después adquirirá un color blanco, verde y amarillo, "como la cola de un pavo real" (fase que es representada en los grabados alquímicos precisamente con la figura de un pavo real con la cola desplegada), y finalmente de un blanco deslumbrante. Este es el punto culminante. A partir de aquí, la mezcla deberá teñirse de rojo, "un púrpura tan hermoso que lo teñirá todo con su color y curará a su sola vista, cualquier corazón enfermo". El proceso habrá terminado: la Piedra filosofal será ya un hecho.
Si las cosas van mal, en cambio, los signos serán distintos dentro del Huevo: aparecerá un aceite rojizo flotando en la superficie de la mezcla, o el blanco deslumbrante final pasará al rojo con demasiada rapidez, o su solidificación será imperfecta, se fundirá como la cera al más débil calor. Entonces el trabajo habrá sido en vano. Será preciso volver a abrir el recipiente, intentar tratar la mezcla con agua mercurial, y volver a iniciar la operación en espera de una mejor suerte.
 
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"El huevo alquímico fue otro de los simbolismos más usado por los alquimistas. De él dijo Miguel Majer: "existe un pájaro que es más sublime que todos los otros. Preocupaos únicamente de buscar su huevo, y al hallarlo, cortadlo con una espada flamígea".

LA SEÑAL DEL ALQUIMICO

La señal.
La Señal. He aquí el momento más importante del que nos hablan todos los alquimistas. La naturaleza de esta señal no es aclarada de un modo completo en los textos, pero sí dicen todos ellos que cualquier alquimista sabrá reconocerla en el momento en que se produzca. Algunos libros nos hablan de la formación de cristales en la superficie de la mezcla: "unos hermosos cristales en forma de estrella". Pero la mayoría nos hablan de una señal más impresionante y espectacular: "En la superficie de la mezcla se formará una capa oscura. Esta capa se desgarrará en un determinado momento, y dejará ver bajo ella el metal luminoso de los alquimistas, un metal en el que parecerán reflejarse todas las estrellas del firmamento".
El alquimista sabrá entonces que va por buen camino... pero su trabajo aún no habrá terminado. El metal brillante debe ser retirado de su crisol, y es preciso entonces dejarlo "madurar", encerrándolo en un recipiente hermético, lejos del aire y de la humedad. Se inicia entonces la tercera fase de las operaciones, en la que hay que alcanzar en la mezcla primeramente el "estadio de putrefacción" (es decir, que la mezcla adquiera un color negruzco, llamado "ala de cuervo"), y más tarde el "estadio de resurrección" (es decir, que adquiera un color blanco). Todo esto se consigue calentando cuidadosa y progresivamente el recipiente hermético dentro del atanor. Pero hay, que tener gran cuidado en esta última fase, ya que si el calor es excesivo o su graduación no es la adecuada, el recipiente puede estallar, liberando entonces una desusada energía. Esta es la explicación de algunas de las terroríficas explosiones que se han registrado en determinados laboratorios alquímicos, y que han recogido las crónicas de todas las edades...
 
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"Medalla acuñada en oro alquímico ante su Alteza Serenísima Carolo Philippo, conde de Palatinado en la Renania, el 31 de diciembre de 1716. Según reza la inscripción de la medalla, el metal había sido obtenido por transmutación del plomo".

trabajos del alquimista

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ELEMENTOS BASICOS DE LA ALQUIMIA

bases de la alquimia.
Hechas estas aclaraciones sobre el simbolismo alquímico, veamos en que fundamentaban los alquimistas sus ideas sobre la transmutación de los metales.
La química "clásica" proclama de una forma tajante la imposibilidad de la transmutación de los metales... ¡pese a que la energía nuclear nos dice hoy en día que sí es posible! Sin embargo, las ideas de los alquimistas eran al respecto muy distintas de las de la química clásica. Para ellos, la naturaleza no se componía de materias orgánicas e inorgánicas (las primeras vivas, susceptibles a crecer y desarrollarse, y las segundas muertas e inertes), sino que todo provenía de una única sustancia original.
"Y como quiera que todas las cosas lo fueran por la contemplación de una sola, así también todas las cosas surgieron de esta única cosa por un simple acto de adaptación", reza la tabla de Esmeralda.
Bajo este punto de vista, los metales eran considerados como diferentes estadios de un mismo intento por alcanzar la perfección. Esta perfección eran los metales nobles: el oro y la plata, y los demás metales no eran más que estadios intermedios en el camino de esta perfección. Las creencias alquimistas decían que la Naturaleza, en su constante trabajar, iba transformando lentamente los metales viles en oro, en cuyo estadio se cerraba el proceso hacia la perfección, y a partir de cuyo punto se reinvertía el camino, convirtiéndose los metales nobles de nuevo en metales viles: de ahí precisamente nació uno de las símbolos básicos de la Alquimia, la serpiente que se muerde la cola (o serpiente Ouroboros, que más tarde fue transformada en dragón), como significación de la eterna continuidad del proceso.
Este proceso de ennoblecimiento y de envilecimiento hacía necesaria la posibilidad de la transmutación. La Alquimia, por tanto, no iba contra la Naturaleza: lo único que hacía era intentar ayudarla, acelerar el proceso, suprimir las etapas intermedias y cambiar directamente los metales viles en oro y plata. Por medio de un agente, una sustancia particular que accediera a la transmutación, brusca y repentina de uno a otro extremo.
Este agente era, naturalmente, la Piedra filosofal.
 
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Ilustración perteneciente al famoso "Ripley Scrowle", relación de los trabajos del alquimista inglés Goerge Ripley. En ella podemos ver un objeto rojo central que es la Piedra filosofal, circundada por una serie de escenas que muestran las siete etapas mediante las cuales Ripley afirmaba que podía llegar a ser conseguida, a partir de la sustancia representada por el pequeño ser humano contenido en el matraz. Para ello, según sus palabras, debía seguirse la operación siguiente: "Primero calcina, y después corrompe, disuelve, destila, sublima, desciende y fija..." Las experiencias alquímicas de Ripley le produjeron tal fortuna que se permitía entregar anualmente cien mil libras a los Caballeros de San Juan de Jerusalén. La obra fue editada en Lübeck en 1588.

LA ALQUIMIA Y SU SIMBOLO

El simbolismo alquímico.
Si observamos los grandes libros de Alquimia (como la Tabla Esmeralda, los libros de Zósimo, las obras de Geber o el Mutus Liber) lo primero que nos sorprenderá será su profundo simbolismo. Su profundo y deliberado simbolismo, nos atreveríamos a decir. Porque el afán de los alquimistas en mantener secretas sus artes a fin de preservarlas de los intrusos y de los no iniciados les hizo concebir sus libros en forma simbólica e ininteligibles para los no adeptos. La simbología alquímica es enorme, extensísima, y abarca todo su conjunto. Sus fórmulas son indescifrables para quien no haya estudiado antes a fondo los distintos artes alquímicos, lo que por otra parte hace pensar a algunos autores modernos en la posibilidad de que se trate no de libros esotéricos sino sencillamente de libros "técnicos" (dentro del restringido sentido que se puede dar a la palabra "técnico" con referencia a la época medieval), ininteligibles para los "no técnicos", al igual que hoy en día un libro de física nuclear para físicos nucleares será totalmente ininteligible para quien no haya estudiado a fondo la disciplina, sin que por ello pueda tachársele de libro simbólico o esotérico.
De todos modos, el simbolismo de los libros alquímicos, sea de uno u otro orden, es evidente. Los metales, por ejemplo, son equiparados a los planetas, y reciben el nombre y símbolo planetario correspondiente: el oro es el Sol, la plata es la Luna en cuarto creciente, el mercurio la Luna en cuarto menguante, el cobre Venus, el plomo Saturno, el hierro Marte... Así, cuando se habla del "matrimonio del Sol y la Luna", hay que entender la aleación del oro y la plata, con la evidente desorientación de quien no esté al corriente de la clave.
Los instrumentos reciben también a menudo nombres de animales, impuestos la mayor parte de las veces por analogía con sus formas: el pelícano alquímico, la cigüeña alquímica, el avestruz alquímico... indican formas determinadas de retortas, matraces y alambiques que hay que usar en diversas operaciones. Las propias operaciones alquímicas reciben también nombres correspondientes a signos astrológicos: la calcinación es designada como Aries, la sublimación como Libra, la fermentación como Capricornio, la solución como Cáncer...
En cierto modo, este sistema de notación es tanto un medio de hacer que los no iniciados no comprendan absolutamente nada como de facilitar el trabajo a los propios alquimistas.
Pero a este primitivo simbolismo, de naturaleza eminentemente práctica, se unió bien pronto otro simbolismo mucho más profundo. E.J. Holmyard, al hablarnos de los signos, símbolos y términos secretos usados en Alquimia, nos dice que en los siglos posteriores al XV se hizo preceptible (aunque antes ya existiera en cierta medida) una bifurcación que se fue acentuando gradualmente: así como aquellos alquimistas cuyo fin primordial era la transmutación material de los metales viles en oro hablaban aun con sus alegorías tradicionales, fueron apareciendo simultáneamente otros alquimistas o pensadores con inclinaciones alquimistas "que muy rara vez encendieron un atanor o blandieron un almirez". Estos pensadores fueron en cierto modo los iniciadores de una Alquimia esotérica vista desde su vertiente más pura (de la que hablaremos más adelante), y su finalidad no era la de conseguir la transmutación de los metales, sino la transmutación del Hombre mismo, dando a la Gran Obra un sentido místico que hasta entonces no había tenido.
Hay, por lo tanto, en muchos libros de Alquimia, una serie de simbolismos que es preciso entender de dos maneras distintas: como indicadores de una reacción material, física o química... y también como indicadores de una reacción espiritual a obrar en el propio operador. Así, símbolos alquimistas como el andrógeno, el huevo cósmico, el hermafrodita, el matrimonio alquímico (del cual el hermafrodita es hijo), etc., tienen una doble y clara significación. Las ideas de muerte y resurrección, por ejemplo, bases de toda la operación alquímica, no representan solamente la muerte de los metales viles y su resurrección como metales nobles, sino igualmente, en la Alquimia esotérica, la muerte del individuo y su resurrección como ser más perfecto, como "individuo despierto", según es llamado en muchos textos.
 
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Grabado perteneciente al "Liber Mutus", en el que la destilación es expuesta a la acción de la Naturaleza, que junto con Mercurio la reemplaza en los recipientes.

LA DURA TAREA DE SER UN ALQUIMISTA

Estudiar la Alquimia, leer los antiguos tratados...)
Pero los antiguos libros que hablan de Alquimia están escritos para los iniciados: son oscuros y muchas veces difíciles de comprender. Es por ello que gran parte de los experimentos primitivos, realizados por entusiastas codiciosos de obtener oro a bajo precio, fracasaran estrepitosamente... lo cual hizo que muchos practicantes que se lanzaron a la Alquimia con un desbordante entusiasmo se desanimaran rápidamente y abandonaran el campo, mientras otros declaraban públicamente que la Alquimia no era más que un fraude.
Frente a estos rápidos desanimados, sin embargo, otros alquimistas, con mayor tesón o más fundamento de causa, prosiguieron sus experimentos pese a los constantes y ya previstos fracasos iniciales, buscando e investigando por ellos mismos más que siguiendo al pie de la letra los textos antiguos, logrando éxitos apreciables y desentrañando el simbolismo que hay tras el oscuro caparazón que envuelve los libros de Alquimia. Estos perseverantes recibirían, hoy, el nombre de investigadores, puesto que estaban animados por el mismo espíritu. Un investigador nato que naciera en la Edad Media, un curioso de los problemas científicos y del estudio de la naturaleza, encontraría todos los caminos cerrados por la ignorancia. El investigador medieval solamente hallaría tres caminos hacia los cuales desarrollar su actividad: la medicina, la astronomía (y la astrología)... y la Alquimia.
Es así como se iniciaría la "casta de los alquimistas". La Alquimia, en su rama más pura, no se continuaría tan solo por el aprendizaje, sino también por tradición... por sucesión. Todos los libros de Alquimia nos hablan del "Gran Secreto", del secreto de la Piedra filosofal, que jamás ha sido revelado públicamente. En ninguno de ellos se menciona la posible naturaleza de este secreto, ni siquiera del modo cómo encaja dentro de los trabajos de la Alquimia.
Pero en lo que si están todos de acuerdo es en que ésta, la del "Gran Secreto", es la base de toda la tradición alquímica. Los neófitos que iniciaban sus tanteos alquímicos sufrían en sus primeros ensayos numerosos, totales y estrepitosos fracasos. Era algo así como una "prueba del fuego", la prueba de su iniciación y de su purificación. Era también una criba. Sólo los que no se desanimaban y continuaban trabajando pese a los continuados fracasos merecían entrar en la "casta de los alquimistas" y ser conocedores del Gran Secreto. Secreto que les era revelado generalmente por otro alquimista, su Maestro, bien en su lecho de muerte, para que el secreto no se fuera con él a la tumba sino que tuviera continuidad, o simplemente cuando se apercibía de que su discípulo merecía realmente conocerlo.
Ningún alquimista divulgó jamás públicamente su secreto, ninguno lo vendió a otras personas. Lo traspasaban a alguno de sus discípulos, para que continuaran en su nombre la Gran Obra. Esto no quería decir, de todos modos, que hubieran llegado a alcanzar el secreto de la Piedra filosofal, sino que, en la mayor parte de las ocasiones, se trataba tan sólo del estado de adelanto de sus investigaciones. Sherwood Taylor nos dice al respecto que algunos alquimistas, como Charnock, fueron instruidos en una hora, mientras que otros, como Norton, necesitaron cuarenta días. ¿No es esto tal vez la revelación del estado de unas investigaciones que podían estar más o menos avanzadas? ¿O tal vez era simplemente la revelación de la verdadera naturaleza, la esotérica, la oculta, de la Alquimia, la que abriría los ojos al aún ignorante discípulo? Las respuestas pueden ser muchas...
 
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El Maestro, confortablemente sentado en su sillón, da las instrucciones a sus discípulos que, ayudados de un refinado instrumental, cumplen fielmente las instrucciones recibidas. Una vieja norma de los alquimistas dice que todas los trabajos deben ser acometidos por el propio alquimista, el cual no debe confiar ni en sus más directos discípulos a la hora de realizar las delicadas 

PRIMEROS ALQUIMISTAS

Los primeros alquimistas.
La Alquimia , como todas las artes y ciencias a que se ha dedicado el hombre, ha sufrido una lenta y progresiva evolución a lo largo del tiempo. A principios de su historia, la Alquimia era una actividad muy reducida, casi inexistente, algo completamente intuitivo. También era una Alquimia completamente materialista. El principal objetivo de la primitiva Alquimia (aún no había aparecido en ella el concepto de la Piedra Filosofal) era sencillamente transformar directamente los metales viles en oro. Encontramos ya estos anhelos (y sus correspondientes recetas) en el antiguo Egipto. Por aquel entonces, el trabajo más frecuente al que se dedicaban los alquimistas (que tampoco habían recibido aún este nombre) era el de aumentar el peso del oro, es decir, "hacer crecer" el oro. ¿Puede llamarse a esto realmente Alquimia? Indudablemente no, ya que la operación, que actualmente está al alcance de cualquiera y no posee el menor secreto, no presentaba ninguna transmutación, sino que se trataba sencillamente de una aleación de metales. Sin embargo, en estos primeros ensayos (no en los ensayos en sí, sino en el espíritu que los inducía) se halla ya la base de todo el movimiento alquímico.
Los métodos de "hacer crecer" el oro eran sencillos: simplemente, se trataba de rebajarlo a través de la aleación con otros metales, convirtiendo así el oro de 24 kilates en oro de 19 ó 10 kilates, con lo que su peso aumentaba a costa de su calidad. Estas operaciones se realizaban a través de recetas muy simples: por ejemplo mezclándole plata y cobre, con lo que el color del oro no variaba en absoluto (mezclándolo sólo con cobre el oro adquiere un color rojizo, mientras que haciéndolo sólo con plata la tonalidad resultante es verdosa). También se realizaban aleaciones para hacerlo más duro o dotarlo de otras cualidades específicas, o se trataba su superficie para que, aunque su interior fuera impuro o de baja calidad, la capa exterior resultara de oro puro, con lo que el engaño no se percibía, ya que los expertos de aquellos tiempos no conocían más métodos de verificar el oro que mediante las pruebas del rayado, del fuego y del pesado.
¿Engaño? Quizá sea inexacto hablar de engaño al referirnos al "doblado del oro", nombre con el que se designaba correspondientemente la operación de "hacer crecer" el oro. Los primitivos alquimistas egipcios y griegos que doblaban el oro por estos procedimientos no creían en absoluto que estuvieran engañando a sus clientes, ni mucho menos. En aquellos tiempos no se concebía el oro como más o menos puro: sencillamente, el oro era, siempre que tuviera el color apetecido, y no se hacía distingo de calidades por la simple razón de que no había medios de controlar estas calidades. El oro "doblado" era tan apreciado como el oro puro, y si el alquimista realizaba estas operaciones era sencillamente porque creía que el oro era un material susceptible de "crecer" al igual que una planta, sin perder por ello ninguna de sus cualidades, y que él tenía el poder y el don necesarios para efectuarlo con éxito.

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¿DE DÓNDE PROVIENE LA ALQUIMIA?

¿DE DÓNDE PROVIENE LA ALQUIMIA?
La Alquimia es un arte tan antiguo como la propia humanidad. Su nacimiento (este incierto nacimiento de todas las cosas tan antiguas que pueden fijarse los condicionamientos históricos y geográficos que las motivaron, pero nunca una fecha exacta) puede fijarse dentro de la primera "industrialización" de la humanidad primitiva. Cuando los primeros pobladores del mundo dejaron de preocuparse exclusivamente de sobrevivir, y empezaron a reunirse en comunidades, surgió lo que se ha dado en llamar la primera civilización urbana.
Fue en su seno donde nacieron los primeros oficios, aparte la agricultura y el pastoreo: la carpintería, la metalurgia, la alfarería, la fabricación de tintes y colorantes... Sus técnicas eran simples pero funcionaban. No existía una ciencia como tal: los métodos no habian sido fruto de la investigación, sino de la casualidad y de la observación de la naturaleza. Y en todos ellos se hallaba presente la magia... esa magia característica de los pueblos primitivos de la humanidad, que quería que cada elemento común al hombre tuviera su dios particular, tanto en las cosas del cielo como en las de la tierra. Por eso, al igual que había los dioses de los elementos comunes al hombre: los metales, las piedras, los elementos, había también en el cielo los dioses de los planetas... de los que nacería, más tarde, la Astrología. Y la Alquimia, como todo el resto de la Magia, se halla también íntimamente ligada a la Astrología.
Sobre esta base se fundamentaron los 3.000 primeros años de historia antes de Cristo... y también los 3.000 primeros años de Alquimia.
Al principio se trata, por supuesto, tan sólo de una Alquimia infusa, que ni siquiera merece el nombre de tal, y que está basada en una serie de ideas puramente intuitivas: la unión de dos metales produce otro distinto, el tratamiento de un metal puede hacer variar su color y sus características... todos estos fenómenos eran fácilmente interpretados por los antiguos como transmutaciones, no como distintas apariencias de un mismo metal. Y esto, naturalmente, se puede aplicar a todos los metales, incluso los considerados como preciosos.
El oro, naturalmente.
Así empieza a desarrollarse el embrión de una idea, de la que nacerá después el primitivo espíritu de la Alquimia: la de "aumentar" el oro, la de conseguir cambiar otros metales en oro... ya que el oro es el metal precioso por naturaleza, el metal noble por naturaleza, y uno de los más codiciados también.
Las primeras huellas de la Alquimia aparecen ya en Mesopotamia y Egipto. El documento más antiguo sobre el particular se considera que es un edicto chino del año 144 antes de Cristo, en el cual el emperador Wen castigaba con la pena de ejecución pública "a los monederos falsos y falsificadores de oro", puesto que, según los comentaristas contemporáneos del edicto, últimamente se había registrado la fabricación de mucho "oro alquímico", que no era en realidad tal oro. Otros historiadores de la Alquimia afirman por el contrario que el libro más antiguo sobre el particular es el griego Physika, de Bolos emácrito, escrito aproximadamente en el 200 antes de Cristo, y en el que se describe cómo fabricar oro, plata, gemas y púrpura, con fórmulas y recetas obtenidas de otras fuentes más antiguas procedentes de Egipto, Persia, Babilonia y China.
Pero aunque fuera ya conocida de los egipcios y de los griegos, es a través de los árabes que la Alquimia toma su forma definitiva, a través de la cual pervivirá durante tantos siglos y llegará hasta nosotros. A ellos se debe incluso su propio nombre, ya que la palabra Alquimia proviene del vocablo árabe al-Kimia, en el que la partícula "al" es el artículo definido mientras que "Kimia" significa arte, por lo que cabrá traducir la etimología de la palabra como "El Arte"... lo cual, como hemos dicho ya, era precisamente para muchos alquimistas: el Gran Arte o Ars Magna.
A través del Islam, la Alquimia toma su forma concreta, y en esta situación llega a Europa para iniciar su gran expasión que durará, desde el siglo XII, hasta finales del siglo XVII, en el que Boyle, con su famosísima "The Sceptical Chymist", marcará el inicio de una muerte que sobrevendrá de una manera definitiva (al menos públicamente) con la llegada del racionalismo y el creciente fervor por la ciencia. Pero, durante estos siglos, la Alquimia conocerá su Edad de Oro. En Francia, en Alemania, en Inglaterra, en Escocia... surgirán nombres que pasarán a la posteridad como grandes alquimistas: Alberto Magno, Roger Bacon, Flamel, Helvetitus... Reyes, papas, grandes personajes históricos, se ocuparán de ella, la protegerán, e incluso la practicarán: Carlos II, Isaac Newton, Santo Tomás de Aquino...

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Pictograma egipcio perteneciente a la 21ª Dinastía, extraído del papiro de Nestanbanshru, y que muestra a Tehuti (el dios Thot) de pie ante Ra Hormachis llevando los símbolos de la creación sobre la cabeza. A través de la historia de la alquimia, el dios Thot fue identificado con Hermes Trismegisto.
 

EXTRAÑOS SECRETOS DEL ORO

*La visión actual de la humanidad no es un producto de la evolución. Así, décadas de darwinismo se enseñan en las escuelas y universidades de todo el mundo, y podrían ser considerados como pseudociencia. Yo creo que el Homo sapiens fué creado por seres extraterrestres *a su imágen y semejanza* hace unos 400 000 años. Y aquí hay que destacar que los extraterrestres, los antiguos llamados *dioses* aparecieron en la Tierra mucho antes de la aparición de los tradicionales textos religiosos.
- ¿Quiénes son nuestros creadores?

*Pueden ser dioses civilizadores. Esta especie es muy similar a nosotros, sólo que más avanzados en términos de tecnología. Aparecieron en el planeta Ki =del sumerio;Tierra= hace millones de años. Mi obra se basa precisamente en la cosmogonía sumeria, egipcia, así como del Yucatán y de fuentes indias. Según mi investigación, es una entidad extraterrestre. Muchas colecciones de piedras peruanas de Ica, recogidas por el Dr. Cabrera, muestran a personas que aparecen en la compañía de dinosaurios y otros animales prehistóricos. Hay dos versiones: o bien los humanos modernos vivieron hace 65 millones de años=fecha de extinción de los dinosaurios=, o los reptiles gigantes se quedaron en la Tierra para el paleolítico tardío, es decir, que éstas piedras datan de este periodo en América del Sur.

-¿También los dinosaurios fueron creados por los dioses civilizadores?

*¡Por supuesto! Es decir, los dinosaurios y ballenas, baobabs y las manzanas, patatas y uvas, vacas, caballos, ovejas y otros animales y la naturaleza misma son en su mayoría vegetales genéticamente modificados. Por eso digo: la gente es el fruto genético de la ciencia genética extraterrestre. Primero se creó la Tierra desde un planeta llamado Tiamat, que giraba en órbita entre Marte y Júpiter y luego el trabajo continuó aquí.

-¿Con qué propósito se llevó a cabo un experimento para crear un ser humano?

*Para ellos, esto no fué un experimento, supongo, sino una necesidad urgente. Hoy sólo podemos hablar del último período de existencia en la Tierra, que se describe en los textos antiguos, que es de unos 400.000 años.. Es el Anunnaki famoso, llamado en los textos sumerios como Enki Enlil y Ninlil, así los recién llegados tuvieron que crear los *dioses menores*, conocidos en la literatura arcaica con la palabra disonante *IGIGI*.
Los trabajadores de la nueva creación debían trabajar en la extracción de metales, como el oro, la producción de alimentos, y todo lo necesario para los trabajadores de turno que venían del planeta Nibiru, el hogar de los Anunnaki. El trabajo era duro a pesar de la divina maquinaria tecnológica y obviamente se rebelaron. Entonces se decidió reemplazar a aquellos trabajadores *Junior*ejemplares biológicos, por la *gente*.
-Pero el oro… ¿Por qué los extraterrestres tomaron un metal tan noble?

*Energía! Debido a ser dueños de sus fuentes de hoy en día, el oro sigue provocando numerosos conflictos. Hay una versión, de que el oro extraído en el mundo por aquellos *dioses* era imprescindible para su planeta de origen, ellos lo transformaban en un capullo formado por placas pequeñas, con el fin de preservar el calor planetario ya que Nibiru estaba muy lejos del Sol en un período de revolución alrededor de 3600 años terrestres. Me inclino a interpretar ésto como la necesaria civilización de la Tierra para extraer el metal amarillo, de la misma manera como nosotros usamos el petróleo, gas, carbón y uranio, como fuente de energía.

-¿Cómo se explica técnicamente la energía en el oro? Cómo recibir energía desde el metal?
*Hoy en día, en los productos electrónicos, televisores, computadoras, el oro se utiliza, aunque en pequeñas dosis. En las últimas producciones de Rusia para la industria de las radio comunicaciones se utilizaron hasta veinte toneladas de oro. El oro proporciona una velocidad constante de corriente baja, y por lo tanto la estabilidad de la transmisión de la información. En Tehuacán-México se ha descubierto recientemente una pirámide en cuya base fueron puestos condensadores de potencia entre dos gruesas capas de Mica extremadamente pura. 
Los arqueólogos que descubrieron los restos los examinaron. El resultado sorprendió: en las muestras estudiadas se encontraron micropartículas de aleación de oro de calidad muy alta. Como sello entre las capas de mica en el condensador vasto y poderoso, estaba el metal amarillo. 

-¿Y cuál es la función de este condensador?
*Al parecer, una fuente de alimentación para muchos aparatos extraterrestres eléctricos. Los gigantes bloques de pórfido y granito utilizados en la albañilería ciclópea de los edificios, era necesario ser cortado con algo especial. Por ello todo esto tiene una enorme energía. Y esto es sólo una pequeña parte de la vida de éstos dioses. Además, la pirámide podría ser parte de un gran transmisor y recepción de un sistema de comunicación utilizado entre la colonia de la Tierra y la metrópoli en Nibiru. Una especie de antena parabólica, para decirlo llanamente. La pirámide era un objeto técnico bastante versátil.

-¿Cuáles son los textos que indican su inclinación hacia la teoría del oro?
*Hoy en día sobreviven cuatro Códigos Mayas =uno en especial= que contiene información sobre el tema del oro. También hay una descripción del oro en tablillas de arcilla mesopotámicas. Sobrevivió un montón de información escrita y física, pero se refiere sobre todo de nuestro tiempo, la quinta civilización, una edad de unos 12-14 mil años =después del diluvio=.
Una amplia gama de artefactos ocultos han salido a la vista, en la costa del Océano Ártico, en los montes Urales, en Siberia, en general, pero este es un tema que describe el primer caso, el de un mundo antediluviano. Allí se puede encontrar evidencia gráfica de mi conclusión de que los dioses estaban enfocados en la provisión del oro como fuente de energía.

-¿Por qué la extracción de oro para los dioses se ha interrumpido?, o ¿continúa todavía?
*Esta pregunta es de interés para muchos investigadores. De acuerdo con las fuentes escritas, la minería de oro se abandonó desde miles de años atrás. Sólo entonces se convertirá en un metal de los reyes, y a partir de allí, también de los plebeyos. Antes de eso, el oro fué prohibida en su extracción y participó sólo en el santuario de homenaje a los dioses. Esto se ve claramente en las antiguas tumbas de personas importantes en las cuales, necesariamente, de una forma u otra, hay oro. Por qué se detuvo la producción es una cuestión aún más complicada de descubrir. Puede haber sido que durante miles de años haya sido suficiente, o bien las batallas entre los distintos grupos de dioses lograron que el ser humano entrara en guerras y ya no puediera ser utilizado como esclavo.
***Sumamente interesante me resulta ésta visión rusa del trabajo de Sitchin y recuerdo que éste tema fué abordado por el amigo Oscar en el Foro Nuevos Tiempos. En mi personal óptica sobre éste tema ustedes conocen ya mi adhesión al trabajo de Sitchin así que no vale la pena redundar, pero sí quisiera agregar mi opinión sobre el tema del oro. Ciertamente, el acopio pudo haber sido los suficiente como para no necesitar seguir extrayéndolo, o bien con el correr de los milenios hallaron otro elemento para suplantarlo, o simplemente Nibiru se volvió irrecuperable para la vida y sus habitantes transmigraron a otros mundos, y como hipótesis final, Nibiru se extinguió por un cataclismo o por guerras internas o interplanetarias. Por el momento es imposible tener certeza sobre esa cuestión. Y del oro en la Tierra, efectivamente pareciera que ese metal quedó especialmente circunscripto a los ceremoniales y rituales de antiguos dioses de nuestra historia y también en las religiones que hoy dominan al mundo. Es como si fuera una especie de *homenaje* a los dioses del oro. Pero si bien podríamos suponer que tanto oro extraído durante milenios por aquellos extraterrestres se hubiera terminado, es incorrecto. Existen grandes minas en la actualidad, se siguen descubriendo otras y se estima que el oro tiene una abundancia media de 0.004 ppm en la corteza terrestre y tambien queda en el manto del suelo, en arenas eluviales. Por citar solo un ejemplo, *Las Cristinas* en Venezuela, situado en el estado de Bolívar, es uno de los mayores yacimientos de oro que quedan en el mundo sin explotar. Es decir que el oro está muy lejos de haber sido extinguido por más que han pasado miles y miles de años de extracción. 
La gran pregunta es..¿para qué se sigue extrayendo oro?
Más allá de lo ritual.
Algunas aplicaciones;

*Funciones críticas en comunicaciones, naves espaciales, motores de aviones de reacción y otros muchos productos.
*Se emplea como recubrimiento protector en muchos satélites debido a que es un buen reflector de la luz infrarroja.
*Su alta conductividad eléctrica y resistencia a la oxidación ha permitido un amplio uso como capas delgadas electrodepositadas sobre la superficie de conexiones eléctricas para asegurar una conexión buena, de baja resistencia.
*El oro coloidal =nanopartículas= es una solución intensamente coloreada que se está estudiando en muchos laboratorios con fines médicos y biológicos. También es la forma empleada como pintura dorada en cerámicas.
*El ácido cloroaúrico se emplea en fotografía.
*El isótopo de oro 198Au, con un periodo de semidesintegración de 2,7 días, se emplea en algunos tratamientos de cáncer y otras enfermedades.
*Se emplea como recubrimiento de materiales biológicos permitiendo ser visto a través del microscopio electrónico de barrido (SEM).
*Se ha iniciado su uso en cremas faciales o para la piel.

Como debemos dudar necesariamente de todo, podríamos pensar que es valioso para su utilización en el ámbito espacial, algo que desvela a nuestra raza, sin embargo, también podríamos pensar en otras razones.
Descarto su extracción exclusivamente para el ritualismo y las aplicaciones anteriormente citadas, y estoy muy convencido de lo siguiente;

El oro como valor primordial de reaseguro.
Todo puede caer en éste mundo de valores, en papel, en moneda, en comercio electrónico, pero si algo no cae jamás es el oro. Es en las bóvedas de los grandes bancos de nuestro planeta donde descansan toneladas de éste metal, bajo las normas de seguridad más celosas y estrictas del mundo. Es decir, que podría acabarse todo lo creado por el hombre, pero el oro está allí…bien guardado y sin ningún tipo de utilización, en lingotes que no cumplen ninguna función más que….
¿Un futuro asegurado?. 
Ésto desencadena en la hipótesis de que la conexión entre aquellos extractores extraterrestres de nuestro oro y nuestra civilización, nunca se cortó. Esas toneladas mezquinamente inútiles que descansan en las inexpugnables bóvedas de los bancos, podrían ser el pasaporte para nuestra élite si las cosas en el planeta un día llegan a ser inevitables para la vida y la continuidad de la misma. 

¿Moneda de cambio para comprar un pasaporte a otro lugar?, podría ser, como también podría ser que nuestro planeta estando tan cerca del Sol sin la misma necesidad que tenía Nibiru, a pesar de ello podría padecer de severos cambios en nuestra estrella y necesitar del oro para *curar* a la Tierra, tal como hacían aquellos habitantes del planeta del cruce.
Sin dudas que el tema del oro y su exagerada extracción no se condice con la utilización y su consumo, por el contrario, el oro es acumulado en su mayor parte, y muy poco es lo que se destina a la manufactura.
Las religiones no lo han abandonado, a manera de mantener viva su adoración a su dios o dioses, y quienes detentan el poder concentrado de nuestra raza, lo guardan celosamente, detrás del misterio, del misticismo, y de las sociedades secretas. Algo encierra el oro que nada tiene que ver con lo poco que sabemos de él, y cuando algo se mantiene en secreto, ya sabemos que allí hay algo que no se desea revelar a la gran mayoría de los que formamos parte de la humanidad. El oro, un misterio que sólo conocen unos pocos.