Mostrando entradas con la etiqueta muki. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta muki. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de diciembre de 2013

EL ORO MITICO INCAICO

EL ORO: MITO INCAICO
Los Incas no inventaron las técnicas del oro; pero el oro fulgura, desde el primer momento de su aparición, en el valle de Vilcanota en los mitos de Tamputocco y Pacarictampu, como atributo esencial de su realeza, de su procedencia solar por la identificación de sol y oro en la mítica universal y de su mandato divino. Una fábula costeña, adaptada en la dominación incaica, relataba que del cielo cayeron tres huevos, uno de oro, otro de plata y otro de cobre, y que de ellos salieron los curacas, las ñustas y la gente común. El oro es, pues, señal de preeminencia y de señorío, de alteza discernida por voluntad celeste. Los fundadores del Imperio, las cuatro parejas paradigmáticas presididas por Manco Cápac, usan todavía la honda de piedra para derribar cerros, pero traen ya, como pasaporte divino, sus arreos de oro para deslumbrar a la multitud agrícola en trance de renovación. Los cuatro hermanos Ayar portan alabardas de oro, sus mujeres llevan tupus resplandecientes y en las manos auquillas o vasos de oro para ofrecer la chicha nutricia de la grandeza del Imperio. La figura de Manco, el fundador del Cuzco y de la dinastía imperial incaica, fulge de oro mágico solar y sobrenatural. Una fábula cuzqueña refiere que la madre de Manco colocó en el pecho de éste unos petos dorados y en la frente una diadema y que con ellos le hizo aparecer en la cumbre de un cerro, donde la reverberación solar le convirtió ante la multitud en ascua refulgente y le consagró como hijo del sol. En los cantares incaicos el dios Tonapa, que pasa fugitivo y miserable por la tierra, deja en manos de Manco un palo que se transforma luego en el tupayauri o cetro de oro, insignia imperial de los Incas. Manco sale en la leyenda de Tamputocco de una ventana, la Capactocco, enmarcada de oro, y marcha llevando en la mano el tupayauri o la barreta de oro que ha de hundirse en la tierra fértil y que le ha de defender de los poderes de destrucción y del mal. Mientras sus hermanos son convertidos en piedra, él detiene el furor demoníaco de las huacas que le amenazan y fulmina con el tupayauri a los espíritus del mal que se atraviesan en su camino. En retorno, cuando Manco manda construir la casa del Sol –el Inticancha–, ordena hacer a los "plateros" una plancha de oro fino, que significa "que hay Hacedor del cielo y tierra" y la manda poner en el templo del Sol y en el jardín inmediato a éste, a la vez que hace calzar de oro las raíces de los árboles y colgar frutos de oro de sus ramas.
El oro se convierte para los Incas en símbolo religioso, señal de poderío y blasón de nobleza. El oro, escaso en la primera dinastía, obtenido penosamente de los lavaderos lejanos de Carabaya, brilla con poder sobrenatural en los arreos del Inca –en el tupayauri, los llanquis u ojotas de oro, la chipana o escudo y la parapura o pectoral áureo– y se reserva para las vasijas del templo y la lámina de oro que sirve de imagen del sol colocada hacia el Oriente, que debe recibir diariamente los primeros rayos del astro divino y protector. La mayor distinción y favor de la realeza incaica a los curacas aliados y sometidos, será iniciarles en el rito del oro, calzándoles las ojotas de oro y dándoles el título de apu. Y los sacerdotes oraban en los templos para que las semillas germinasen en la tierra, para que los cerros sagrados echasen oro en las canteras y los Incas triunfasen de sus enemigos.
Los triunfos guerreros de los Incas encarecen el valor mítico del oro y su prestancia ornamental. El Inca vencedor exige de los pueblos vencidos el tributo primordial de los metales y el oro que ha de enriquecer los palacios del Cuzco y el templo de Coricancha. Todo el oro del Collao, de los Aymaraes y de Arequipa, y por último del Chimú, de Quito y de Chile, afluye al Cuzco imperial. Los ejércitos de Pachacútec vuelven cargados de oro, plata, umiña o esmeraldas, mulli o conchas de mar, chaquira de los yungas, oro finísimo del Tucumán y los Guarmeaucas, tejuelos de oro de Chile y oro en polvo y pepitas de los antis. El mayor botín dorado fue, sin embargo, el que se obtuvo después del vencimiento del señor del Gran Chimú, en tiempo de Pachacútec. El general Cápac Yupanque, hermano del Inca y vencedor de los yungas de Chimú, reúne en el suelo de la plaza de Cajamarca –donde más tarde habría de ponerse el sol de los Incas, con otro trágico reparto– el botín arrebatado a la ciudad de Chanchán y a los régulos sometidos al Gran Chimú y a su corte enjoyada y sensual, en el que contaban innumerables riquezas de oro y plata y sobre todo de "piedras preciosas y conchas coloradas que estos naturales entonces estimaban más que la plata y el oro".

domingo, 8 de diciembre de 2013

USOS DEL ORO EN EL ANTIGUO PERU

Pizarro, Almagro y todos sus seguidores salieron de Panamá rumbo al Perú con una idea fija: el oro. Llegaron y conquistaron, mataron y quemaron, y encontraron oro, mucho oro, quizá más del que esperaban encontrar. Pero el oro, aquí, no era igual que en otras partes; de eso, se dieron rápida cuenta, y es así que en el Perú, la historia del oro es propia y diferente a las demás naciones del mundo.
oro de la cultura Chavín
Brazalete de oro (extendido para la muestra) de la cultura Chavín. Fue fabricado con la técnica del martillado en frio y posteriormente, repujado.
Y; ¿Cuáles son estas tremendas diferencias?
Pues, básicamente, 2 : Nunca se hizo un objeto de oro puro, siempre aleado con plata o cobre, o con ambos. Y segundo, sólo se usó para fines ceremoniales y de ostentación.
A la técnica que consiste en alear el oro con plata y cobre la llamaron tumbaga, y sus ventajas más saltantes son su bajo punto de fundición, mayor dureza en el acabado y una mayor cantidad de metal con apariencia de oro puro. La medida de la mezcla era, aproximadamente de 75% oro, 15 de plata y 10% de cobre.
Para los conquistadores, el oro era, quizá lo único importante, pues con él podían obtener todo lo que quisieran. PERO AQUÍ NO. Con oro no podían comprar nada, pues ese metal no fue usado como medida de intercambio. Otros materiales como el mullu (molusco de aguas calientes) o los textiles, si tenían valor comercial. Por eso, cuando saquearon templos y palacios y los despojaron de todo el preciosos metal que contenían no causaron la ruina económica de los incas, pero si su ruina cultural. Pues en ese metal estaban hechos las más importantes representaciones de dioses, señores y demás ornamentos de la liturgia.
¿Cuáles fueron los principales objetos fabricados en oro?
Podemos organizarlos en 3 grupos: Funerarios, ceremoniales y de uso personal. Y la técnica mas usada para la fabricación de estos objetos fue el trabajo de láminas por martillado, para luego ser modeladas y/o repujadas.
Los objetos para fines funerarios son los que adornan al fardo funerario como máscaras, pecheras y tocados. Entre los de uso ceremonial podemos contar los tumis (cuchillos), sonajas, copas, esculturas. Los objetos de uso personal son los más numerosos, y es que, los que pudieron, se llenaron de oro de pies a cabeza. Con oro fabricaron sandalias, brazaletes, orejeras, pecheras, coronas, collares, canilleras, gargantillas, narigueras, cetros y muchas cosas más.
El oro no fue para la herencia, el dueño y señor se llevó todo a la tumba. Por eso, la mayor cantidad (sino la totalidad) de objetos de ese metal expuestos en museos o colecciones particulares, provienen de tumbas. Y son pocas las que se han encontrado por (arqueólogos y saqueadores), de lo que podemos deducir, que a lo largo de la historia, en el Perú, mucho oro estuvo en pocas manos.
Según los últimos avances en la investigación arqueológica, el hallazgo más antiguo de oro se produjo en Waywaka, una pequeña comunidad ubicada cerca de la ciudad de Andahuaylas (sur del Perú). Su descubridor, Joel Grossman, encontró finas láminas de este metal, junto con las herramientas necesarias para su fabricación. Fechó su descubrimiento, alrededor del 1,500 a.c: (hace más de 3,500 años).
La cúspide en arte y técnica no se logro con los incas (1450 d.c.), sino mucho antes, con los moches (200 d.c.). Esta nación logró el más alto grado de desarrollo y nos ha legado la mayor cantidad de piezas de oro, como son los ornamentos del Señor, el Viejo Señor y el Sacerdote de Sipán .
oro de la cultura Moche
Cuenta de oro (tumbaga) que junto con otras similares debió formar un collar. Esta pieza es asignada a la cultura Moche.
El oro fue una prospera industria, pues ocupó desde mineros, pasando por comerciantes hasta hábiles artesanos, alimentados por una continua y creciente necesidad de los más poderosos de ostentar y cubrirse de brillo, lo más que se pueda.

USOS DEL ORO EN EL ANTIGUO PERU

Pizarro, Almagro y todos sus seguidores salieron de Panamá rumbo al Perú con una idea fija: el oro. Llegaron y conquistaron, mataron y quemaron, y encontraron oro, mucho oro, quizá más del que esperaban encontrar. Pero el oro, aquí, no era igual que en otras partes; de eso, se dieron rápida cuenta, y es así que en el Perú, la historia del oro es propia y diferente a las demás naciones del mundo.
oro de la cultura Chavín
Brazalete de oro (extendido para la muestra) de la cultura Chavín. Fue fabricado con la técnica del martillado en frio y posteriormente, repujado.
Y; ¿Cuáles son estas tremendas diferencias?
Pues, básicamente, 2 : Nunca se hizo un objeto de oro puro, siempre aleado con plata o cobre, o con ambos. Y segundo, sólo se usó para fines ceremoniales y de ostentación.
A la técnica que consiste en alear el oro con plata y cobre la llamaron tumbaga, y sus ventajas más saltantes son su bajo punto de fundición, mayor dureza en el acabado y una mayor cantidad de metal con apariencia de oro puro. La medida de la mezcla era, aproximadamente de 75% oro, 15 de plata y 10% de cobre.
Para los conquistadores, el oro era, quizá lo único importante, pues con él podían obtener todo lo que quisieran. PERO AQUÍ NO. Con oro no podían comprar nada, pues ese metal no fue usado como medida de intercambio. Otros materiales como el mullu (molusco de aguas calientes) o los textiles, si tenían valor comercial. Por eso, cuando saquearon templos y palacios y los despojaron de todo el preciosos metal que contenían no causaron la ruina económica de los incas, pero si su ruina cultural. Pues en ese metal estaban hechos las más importantes representaciones de dioses, señores y demás ornamentos de la liturgia.
¿Cuáles fueron los principales objetos fabricados en oro?
Podemos organizarlos en 3 grupos: Funerarios, ceremoniales y de uso personal. Y la técnica mas usada para la fabricación de estos objetos fue el trabajo de láminas por martillado, para luego ser modeladas y/o repujadas.
Los objetos para fines funerarios son los que adornan al fardo funerario como máscaras, pecheras y tocados. Entre los de uso ceremonial podemos contar los tumis (cuchillos), sonajas, copas, esculturas. Los objetos de uso personal son los más numerosos, y es que, los que pudieron, se llenaron de oro de pies a cabeza. Con oro fabricaron sandalias, brazaletes, orejeras, pecheras, coronas, collares, canilleras, gargantillas, narigueras, cetros y muchas cosas más.
El oro no fue para la herencia, el dueño y señor se llevó todo a la tumba. Por eso, la mayor cantidad (sino la totalidad) de objetos de ese metal expuestos en museos o colecciones particulares, provienen de tumbas. Y son pocas las que se han encontrado por (arqueólogos y saqueadores), de lo que podemos deducir, que a lo largo de la historia, en el Perú, mucho oro estuvo en pocas manos.
Según los últimos avances en la investigación arqueológica, el hallazgo más antiguo de oro se produjo en Waywaka, una pequeña comunidad ubicada cerca de la ciudad de Andahuaylas (sur del Perú). Su descubridor, Joel Grossman, encontró finas láminas de este metal, junto con las herramientas necesarias para su fabricación. Fechó su descubrimiento, alrededor del 1,500 a.c: (hace más de 3,500 años).
La cúspide en arte y técnica no se logro con los incas (1450 d.c.), sino mucho antes, con los moches (200 d.c.). Esta nación logró el más alto grado de desarrollo y nos ha legado la mayor cantidad de piezas de oro, como son los ornamentos del Señor, el Viejo Señor y el Sacerdote de Sipán .
oro de la cultura Moche
Cuenta de oro (tumbaga) que junto con otras similares debió formar un collar. Esta pieza es asignada a la cultura Moche.
El oro fue una prospera industria, pues ocupó desde mineros, pasando por comerciantes hasta hábiles artesanos, alimentados por una continua y creciente necesidad de los más poderosos de ostentar y cubrirse de brillo, lo más que se pueda.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Algunas transmutaciones célebres

Algunas transmutaciones célebres.
Algunos alquimistas se han hecho célebres por las transmutaciones a ellos atribuidas. Entre todos ellos, el más importante quizá sea Nicolás Flamel, que relató por sí mismo su gran éxito, obtenido según sus propias palabras gracias a un viejo libro "bien encuadernado, con tapas de talón, todo él grabado con letras y cubierto con extrañas figuras", y que le fue descifrado por un médico judío. Gracias a él, y a sus constantes e infatigables prácticas ("después de largos errores de tres años, durante los cuales no hice nada más que estudiar y trabajar"), consiguió lo que deseaba. Proyectó (la Piedra filosofal era llamada también "Piedra de proyección", ya que para transmutar un metal en oro debía proyectarse, una vez reducida a polvo, sobre éste, a fin de que penetrara profundamente en él) su Piedra sobre mercurio, "del que saqué media libra, o algo así, de plata pura, mejor que aquella de la mina". Hizo más tarde otra proyección de su Piedra roja (ya hemos dicho que la Piedra filosofal podía ser tanto blanca como roja, siendo según los relatos mejor la roja), también sobre mercurio, "en la misma casa (su casa), e igualmente con la única presencia de Perrenela (su esposa y colaboradora), el vigesimoquinto día de abril del mismo año (1382), hacia las cinco de la tarde, lo cual transmuté realmente en algo casi tan puro como el oro, más ciertamente que el oro común, más suave y maleable". Se trataba, naturalmente, de oro alquímico. Posteriormente, realizó el mismo experimento muchas otras veces, alcanzando cada vez una mayor perfección y dominio de su técnica.
Algunos, indudablemente, se reirán ante este relato, que podría escribir cualquiera, pues cualquiera puede inventar los más fabulosos éxitos con tan sólo un poco de imaginación. Sin embargo, hay otras circunstancias dignas de tener en cuenta en este caso. Nicolás Flamel, cuyo oficio era el de escribano público, dispendió a lo largo de su vida ingentes cantidades de dinero realizando obras de caridad: construyó y mantuvo catorce hospitales en París, tres nuevas capillas, hizo donación de importantes cantidades de dinero a otras tantas iglesias, y realizó un sin fin de buenas obras que sus ingresos normales no podían justificar ni en una milésima parte. Algunos historiadores intentan explicar esta riqueza afirmando que Flamel mantenía tratos secretos con los comerciantes judíos de París. Tal vez, aunque de todos modos el dinero ganado por él seguía siendo demasiado. ¿O acaso consiguió realmente fabricar oro?
Juan Bautista van Helmont, que vivió en los siglos XVI y XVII, fue un hombre de amplia erudición, instruido en química, fisiología y medicina, además de poseer una amplia cultura científica que abarcaba todas las disciplinas conocidas en aquella época. Entre sus aportaciones al progreso humano se cuenta la de ser el primero en descubrir y afirmar públicamente que existían otros gases además del aire que respiramos, así como el darles a dichos gases su nombre, creando la palabra con la que se les designa aún actualmente: "gas". Como persona interesada en todas las disciplinas científicas, se interesó también en la Alquimia, y entre sus trabajos (recopilados y publicados por su hijo) figuran varios relatos de transmutaciones efectuadas por él mismo por mediación de la Piedra filosofal. También es digno de ser notado el hecho de que describió a la misma piedra como usada en medicina, hecho que más tarde citarían también otros alquimistas.
Juan Federico Schweitzer, conocido más comúnmente como Helvetius (tanto Schweitzer en alemán como Helvetius en latín quieren decir lo mismo: suizo), es también el autor de otro relato sobre transmutaciones considerado como uno de los más importantes de la literatura alquímica... ya que Helvetius era un encarnizado adversario de todas las Artes alquímicas. En su obra El becerro de oro, describe que una noche de diciembre de 1666 un desconocido se presentó en su casa preguntándole si creía en la Piedra filosofal. Helvetius, naturalmente, respondió que no; y entonces el desconocido le mostró una cajita de marfil, en cuyo interior había tres pedazos de una sustancia transparente, parecida al ópalo, "no mayores que una nuez".
Helvetius le pidió que le diera uno de aquellos fragmentos, y como respuesta recibió tan sólo una negativa. Pidió entonces al menos una demostración. El desconocido respondió que en aquel momento no podía hacerla, pero que volvería después de tres semanas y se la daría. En el tiempo prometido volvió el misterioso personaje, diciéndole que no había sido autorizado a realizar lo que había prometido, pero que a cambio le entregaría un fragmento de la Piedra, no mayor que una semilla de mijo, y que partió aún en dos mitades cuando Helvetius se quejó de que era demasiado pequeño. "Con esto -dijo, entregándole uno de los dos fragmentos- tendrá bastante, y aún le sobrará".
Helvetius tuvo que hacerle entonces una confesión: en su anterior visita, y ante la negativa del desconocido a entregarle la Piedra, había raspado uno de los fragmentos con su uña, logrando arrancarle unas partículas. Había intentado transmutar el plomo en oro con ellas, no logrando más que cambiarlo en vidrio. Le comunicó el fracaso al desconocido, y le mostró todo lo que había conseguido. "Hay que envolver la piedra en cera amarilla -le dijo éste-, para que pueda penetrar bien el plomo y no le dañen los vapores desprendidos". Tras esto, y después de entregarle el microscópico fragmento de Piedra, se marchó, prometiendo volver al día siguiente. Pero no lo hizo, ni al otro, ni al otro: no volvió a presentarse nunca más.
Helvetius comenzó a dudar de todo lo que había ocurrido. Pero aún le quedaba el fragmento de Piedra entregado por el desconocido y, animado por su esposa, decidió ensayar con ella. Siguió todas las instrucciones que le había dado el desconocido en su última visita... ¡y el plomo se transformo en un oro tan puro, que el orfebre que lo examinó declaró que nunca en su vida había visto un oro tan fino!
 
alquimia20.jpg (28964 bytes)
 
Grabado alemán del siglo XVI que nos muestra a un médico consultando sobre una pócima curativa a un alquimista. En general, estos casos de cooperación entre maestros en disciplinas distintas no eran muy usuales.

jueves, 5 de diciembre de 2013

EL HUEVO COSMICO Y LA ALQUIMIA

El huevo alquímico.
Este recipiente hermético, dentro del cual ocurrirán a partir de ahora todas las transformaciones cuyas fases son descritas más o menos alegóricamente en todos los libros alquímicos (el Cuervo, el Rey y la Reina, el Hermafrodita, la Rosa roja y la Rosa blanca...) es llamado por los alquimistas el "huevo alquímico", "huevo cósmico" o "huevo filosofal", ya que, tratándose de un recipiente herméticamente cerrado, en su interior se producirán toda la serie de transmutaciones que, al igual que los cambios del embrión en el interior de un huevo, darán nacimiento finalmente a la Piedra filosofal.
La preparación, formación y "gestación" de este huevo alquímico es también larga: puede durar meses, incluso años... y puede resultar también inútil. En esta última fase de su trabajo, el alquimista debe poner un especial cuidado y atención, ya que cualquier error puede dar al traste con una labor de años. Su base de observación serán los cambios de color y apariencia de la mezcla en el interior del recipiente (llamado también por algunos autores cucúrbita, debido a su forma semejante a una calabaza), único modo de saber si las cosas marchan bien o mal. Si las cosas marchan bien, el contenido del Huevo adquirirá primero un color negro intenso, luego aparecerán en su superficie unos corpúsculos, después adquirirá un color blanco, verde y amarillo, "como la cola de un pavo real" (fase que es representada en los grabados alquímicos precisamente con la figura de un pavo real con la cola desplegada), y finalmente de un blanco deslumbrante. Este es el punto culminante. A partir de aquí, la mezcla deberá teñirse de rojo, "un púrpura tan hermoso que lo teñirá todo con su color y curará a su sola vista, cualquier corazón enfermo". El proceso habrá terminado: la Piedra filosofal será ya un hecho.
Si las cosas van mal, en cambio, los signos serán distintos dentro del Huevo: aparecerá un aceite rojizo flotando en la superficie de la mezcla, o el blanco deslumbrante final pasará al rojo con demasiada rapidez, o su solidificación será imperfecta, se fundirá como la cera al más débil calor. Entonces el trabajo habrá sido en vano. Será preciso volver a abrir el recipiente, intentar tratar la mezcla con agua mercurial, y volver a iniciar la operación en espera de una mejor suerte.
 
alquimia16.jpg (24343 bytes)
 
"El huevo alquímico fue otro de los simbolismos más usado por los alquimistas. De él dijo Miguel Majer: "existe un pájaro que es más sublime que todos los otros. Preocupaos únicamente de buscar su huevo, y al hallarlo, cortadlo con una espada flamígea".

LA SEÑAL DEL ALQUIMICO

La señal.
La Señal. He aquí el momento más importante del que nos hablan todos los alquimistas. La naturaleza de esta señal no es aclarada de un modo completo en los textos, pero sí dicen todos ellos que cualquier alquimista sabrá reconocerla en el momento en que se produzca. Algunos libros nos hablan de la formación de cristales en la superficie de la mezcla: "unos hermosos cristales en forma de estrella". Pero la mayoría nos hablan de una señal más impresionante y espectacular: "En la superficie de la mezcla se formará una capa oscura. Esta capa se desgarrará en un determinado momento, y dejará ver bajo ella el metal luminoso de los alquimistas, un metal en el que parecerán reflejarse todas las estrellas del firmamento".
El alquimista sabrá entonces que va por buen camino... pero su trabajo aún no habrá terminado. El metal brillante debe ser retirado de su crisol, y es preciso entonces dejarlo "madurar", encerrándolo en un recipiente hermético, lejos del aire y de la humedad. Se inicia entonces la tercera fase de las operaciones, en la que hay que alcanzar en la mezcla primeramente el "estadio de putrefacción" (es decir, que la mezcla adquiera un color negruzco, llamado "ala de cuervo"), y más tarde el "estadio de resurrección" (es decir, que adquiera un color blanco). Todo esto se consigue calentando cuidadosa y progresivamente el recipiente hermético dentro del atanor. Pero hay, que tener gran cuidado en esta última fase, ya que si el calor es excesivo o su graduación no es la adecuada, el recipiente puede estallar, liberando entonces una desusada energía. Esta es la explicación de algunas de las terroríficas explosiones que se han registrado en determinados laboratorios alquímicos, y que han recogido las crónicas de todas las edades...
 
alquimia15.jpg (33805 bytes)
 
"Medalla acuñada en oro alquímico ante su Alteza Serenísima Carolo Philippo, conde de Palatinado en la Renania, el 31 de diciembre de 1716. Según reza la inscripción de la medalla, el metal había sido obtenido por transmutación del plomo".

esplendor de la alquimia

Esplendor de la Alquimia
Nos hallamos ya en el siglo XII, época en que la Alquimia empieza a desarrollar su máximo esplendor. La Alquimia llega a Europa a través de dos grandes caminos: Bizancio y el Islam. Pero son los árabes principalmente los que, a través de sus traducciones, y por el camino de España, llevarán la Alquimia, al igual que otras muchas artes mágicas, a su máximo esplendor en todo el Continente.
En el siglo XII, la Europa occidental empieza apenas a descubrir la civilización científica: por aquel entonces, la física y la química eran casi desconocidas, la astronomía y paralelamente a ella las matemáticas se hallaban apenas en su primer escalón, la medicina era natural y puramente empírica. En su desarrollo cultural, a partir del siglo XII, Europa se nutriría casi exclusivamente del saber islámico, tanto en el campo científico como en el humanístico. De traducciones de libros árabes (realizadas principalmente en las "escuelas de traductores", como la famosa escuela médica de Salerno en Italia y la no menos conocida de Toledo en España), nacieron las bases de casi todo el saber medieval. Es curioso, a este respecto, hacer notar que la mayor parte de estas traducciones no eran efectuadas por los mismos árabes, que no sabían latín, ni por los europeos, que no conocían el árabe; para su realización se buscaron otros traductores: Los judíos, que habían asimilado ambas lenguas. De nuevo, pues, la tradición hebrea se une a toda la tradición medieval, dejando en todos los campos del saber su huella como intermediarios de la cultura.
De este modo llega, con todas las demás artes, la Alquimia a Europa. ¿Quienes son sus primeros practicantes? Ante todo hay que señalar que la práctica de la Alquimia no era un arte que estuviera al alcance de todo el mundo. La Alquimia no podía uno aprenderla por sí mismo: era preciso estudiarla, leer los antiguos tratados... y para ello era imprescindible saber leer y escribir. En el siglo XII y siguientes, la mayor parte de la población era analfabeta, y solamente los hombres de ciencia y los grandes señores tenían una cultura superior a la primaria. Por otro lado, la cultura se hallaba en su mayor parte encerrada en los monasterios.
No es nada de extrañar, pues, que los primeros trabajos alquímicos realizados en Europa se hicieran en los monasterios, a manos de monjes y clérigos. El hecho queda probado por las numerosas órdenes eclesiásticas que aparecieron durante este tiempo prohibiendo tajantemente la práctica de la Alquimia en el interior de los monasterios... hecho que señala de una manera absoluta el que sí se practicaba la Alquimia en ellos.


alquimia11(2).jpg (30853 bytes)

martes, 19 de noviembre de 2013

Minera Yanacocha la más grande de Latino américa

Minera Yanacocha  la más grande de 
Latino américa
 es la empresa que explota la mina de Yanacocha, la mina de oro más grande de Latinoamérica, se encuentra ubicada en la provincia y departamento Cajamarca a 800 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima, Perú. Su zona de operaciones está a 45 kilómetros al norte del distrito de Cajamarca, entre los 3 500 y 4 100 metros sobre el nivel del mar.

Fundación y socios

Yanacocha fue constituida legalmente en 1992 y está conformada por los siguientes accionistas: Newmont Mining Corporation(51.35%) con sede en Denver, EEUU; Cía. de Minas Buenaventura (43.65%), compañía peruana; y la International Financial Corporation (IFC) (5%). Con el inicio de las operaciones de Carachugo, Yanacocha produjo su primera barra de Doré, el 7 de agosto de 1993.

Proceso de producción

La exploración es la primera parte de un largo proceso. En esta se perfora el terreno en lugares previamente establecidos donde posiblemente se puedan encontrar yacimientos de mineral. Al ser encontrados estos cuerpos mineralizados, previa autorización de la autoridad competente, se procede a la construcción de las instalaciones de minado (plantas de procesos, accesos de acarreo del mineral, pilas de lixiviación, etc.). Una vez construidas, se inician las fases conocidas como pre minado y minado; y posteriormente al carguío del mineral para su proceso.
Todo el material que contiene oro es enviado a la llamada pila o PAD de lixiviación; aquel material ausente de mineral es enviado al depósito de desmonte, en donde se almacena para su posterior rehabilitación.
La pila o PAD de lixiviación es una estructura a manera de pirámide escalonada donde se acumula el mineral extraído. A este material se le aplica, a través de un sistema de goteo, una solución cianurada de 50 miligramos por litro de agua, la cual disuelve el oro. Mediante un sistema de tuberías colocadas en la base del PAD, la solución disuelta de oro y cianuro – llamada solución rica - pasa a una poza de lixiviación o procesos, desde donde se bombea hacia la planta de procesos.
Luego, el Proceso de Columnas de Carbón permite concentrar la cantidad de oro de la solución rica que hay en las pozas de operaciones para posteriormente recuperarlo en el proceso de Merrill Crowe; aquí el oro líquido presente en la solución rica es convertido en sólido mediante un procedimiento de precipitación y recuperación del metal. La última etapa de este proceso de producción es la Refinería, lugar donde el precipitado de oro proveniente del proceso de Merrill Crowe es sometido a diferentes operaciones que dan como resultado el DORÉ, que es un lingote que mezcla el oro y plata obtenidos.

Cuidado de la calidad del agua en Yanacocha

Es por esto que Yanacocha opera regida por estándares nacionales e internacionales ,en este caso los del Banco Mundial ,pero no por los estándares de la comunidad Europea que aseguran un eficiente tratamiento de toda el agua que utiliza en la producción del oro.
En época seca, el agua utilizada en el proceso de producción es constantemente recirculada y reutilizada para los mismos fines. Algo contrario ocurre en época de lluvias, cuando una gran cantidad de agua de lluvia ingresa a las pilas de lixiviación. Este exceso de agua requiere de tratamientos adecuados para que pueda ser descargada a las quebradas manteniendo la calidad exigida por la legislación vigente.
El tratamiento de agua es un proceso que continuará llevándose a cabo aún cuando Yanacocha haya culminado sus operaciones mineras y las áreas hayan sido rehabilitadas. El llamado Cierre de Minas, que incluye actividades de rehabilitación de los terrenos y de revegetación y que permite dejar los territorios minados en igual o mejor estado del que fueron encontrados, tendrá como una de sus principales actividades el tratamiento permanente del agua así ya no se estén llevando a cabo operaciones mineras en la zona.
El adecuado tratamiento y descarga de agua limpia para la provincia de Cajamarca se logra mediante tres grandes programas.

Programa de control de la erosión y los sedimentos

El dique Río Grande, en Cajamarca.
La lluvia que cae sobre un suelo sin cobertura vegetal, como lo es gran parte del territorio de operaciones de Yanacocha, produce un arrastre de partículas de tierra. Estos son los sedimentos.
La erosión, con la consecuente producción de sedimentos, es un proceso natural. Los sedimentos son parte inherente de los ríos, aún más en temporada de lluvias donde las aguas de color marrón no son más que una muestra del aumento de sedimentos por el acrecentamiento de la velocidad y volumen del caudal. Lo que ocurre es que Yanacocha, en su proceso de producción, genera más sedimentos de lo normal y lo que se hace es controlar esa cantidad adicional de sedimentos que genera su actividad.
Yanacocha cuenta con 13 serpentines diseñados para captar el agua de las lluvias que discurren por las quebradas ubicadas dentro de sus operaciones. Los serpentines son como surcos o pozas paralelas con muy poca pendiente en los que ingresa el agua cargada con sedimentos. Esto provoca que el agua empiece a perder velocidad; al ocurrir esto, las partículas de tierra se van asentando.
Al pasar de poza en poza, los sedimentos son retenidos y el agua se va aclarando. Sin embargo, esto no es del todo suficiente. Los serpentines, como primera fase, controlan el 50% de los sedimentos, pero el otro 50%, que es mucho más fino, debe controlarse de otra manera, para eso existen los diques.
El control final de sedimentos se realiza a través de los diques que se encuentran en las quebradas aguas abajo de la zona de operación minera, al borde de la propiedad de Yanacocha. Esta es la última etapa antes de la descarga de las aguas al medio ambiente, las cuales cumplen con los niveles establecidos por los estándares nacionales e internacionales. Los diques de control de sedimentos de Río Grande y Río Rejo trabajan eficientemente descargando agua con valores de sedimentos por debajo de 50 miligramos por litro, lo cual protege la vida acuática aguas abajo de las operaciones y hace que el recurso hídrico sea apto para cualquier otro uso que lo requiera.

Tratamiento del agua

Plantas de tratamiento de aguas de exceso convencionales y de Ósmosis Inversa

Planta de Tratamiento de Ósmosis Inversa en Yanacocha.
Las aguas de exceso se originan en la temporada de lluvias que transcurre entre los meses de octubre y abril. El agua que cae en grandes cantidades sobre la zona de operaciones, ingresando a las pilas de lixiviación y a las pozas de procesos, genera un excedente de agua en el sistema que es necesario liberar ya que afecta el proceso de producción y puede poner en riesgo su capacidad de contención. Previamente tratada, el agua es enviada de regreso al medio ambiente.
Hace tres años, la planta Yanacocha Norte implementó y mejoró este tratamiento de aguas de exceso incorporando un nuevo sistema con tecnología de punta denominado Tratamiento de Aguas por Ósmosis Inversa. El agua de exceso, empujada por la presión de un sistema de bombeo, se hace pasar por unas membranas especiales muy finas, las que, sin el uso de reactivos químicos y con una alta eficiencia, atrapan el contenido de metales y otras sustancias, dejando pasar el agua ya libre de elementos perjudiciales para el medio ambiente.
En octubre del 2006, el Consejo Nacional de Medio Ambiente (CONAM), el ente ambiental más importante del país, distinguió a Yanacocha con un Certificado de Experiencia Exitosa en el “Premio Nacional a la Producción más Limpia y a la Ecoeficiencia”.

Plantas de tratamiento de aguas ácidas

Planta de Tratamiento de Aguas Acidas en Yanacocha.
En el tratamiento de aguas ácidas (presentes en forma natural en las aguas subterráneas y superficiales de las zonas de Jalca) se utilizan reactivos tales como la cal(CaO), que permite neutralizarlas y tratarlas adecuadamente. Esto tiene que ver con el pH, que es un indicador de la medida de acidez de los líquidos. La legislación ambiental vigente establece que el pH adecuado para cualquier uso debe estar entre 6 y 9 unidades; valores menores a este rango son considerados aguas ácidas. Al neutralizar el agua por efecto de los reactivos, el pH llega a fluctuar dentro del rango indicado y, con la ayuda de sustancias floculantes y coagulantes, se separa los metales y demás partículas que afectan la calidad del agua; así se trata de que el líquido sea devuelto al medio ambiente en las condiciones adecuadas; sin embargo ésto no es siempre posible debido a la escorrentía que existe, ya que a veces el agua de lluvia antes de llegar a los ríos recorre zonas cercanas a la minera algo estériles por la acidificación del suelo, y hace que el agua se vuelva ácida, como ocurre en parte de la formación del río Chonta donde el pH llega a ser ácido(alrededor de 3), no obstante en lo que sigue de su curso al mezclarse con otras aguas éste va aumentando.

Plantas de tratamiento de aguas servidas

En Yanacocha existen 14 plantas de tratamiento de aguas servidas ubicadas en todas las instalaciones de la empresa. Todas estas aguas son debidamente tratadas antes de ser devueltas al medio ambiente. Yanacocha cuenta con la autorización de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) para descargar esta agua, previamente tratada, en puntos específicos. La calidad de agua descargada al medio ambiente es continuamente monitoreada y los resultados son remitidos periódicamente a las autoridades respectivas.

Aguas de lavaderos de vehículos

Al lavar los vehículos, el agua queda impregnada de tierra, barro y muchas veces también de restos de hidrocarburos. Toda el agua utilizada en el lavado de vehículos y maquinaria es también llevada a una planta de tratamiento especial que permite limpiarla de residuos tóxicos, propios del contacto del agua de lavado con aceites y combustibles, y sedimentos que puedan afectar su calidad.

Monitoreo permanente de la calidad del agua

Yanacocha lleva a cabo un monitoreo constante de la calidad de las aguas que salen de la zona de operaciones.

Monitoreos internos

Existen más de 200 lugares de monitoreo interno y su frecuencia varía dependiendo de la criticidad de las actividades que se realizan en la zona. Los monitoreos pueden ser cada hora o trimestrales según lo requiera el punto a analizar. Estos monitoreos son llevados a cabo para el propio control operativo de Yanacocha en uno de los laboratorios ambientales más moderno de América Latina. Al finalizar el año 2005, este laboratorio obtuvo la acreditación ISO 17025 norma con la que sólo se reconoce a laboratorios que operan bajo una óptima gestión de calidad y competitividad. El laboratorio renovó su acreditación el año 2006 y en el año 2008.

Monitoreos participativos

Un ejemplo de monitoreo participativo en Cajamarca.
Se ejecutan en las zonas de descarga de agua y otros puntos establecidos fuera del área de operaciones. Esta es la mejor forma de mostrar transparencia hacia la opinión pública, ya que los análisis de las aguas se llevan a cabo en conjunto con representantes de las comunidades y con instituciones y autoridades que toman parte en los diversos procesos de vigilancia de la calidad de las aguas.
Actualmente existen ocho programas de monitoreo en los que participan diversas entidades que validan y verifican los análisis llevados a cabo en los distintos canales y ríos de la zona de influencia de las operaciones. Algunos de estos monitoreos han empezado a ejecutarse en 1996; es decir, se tienen ya once años de información que ha sido recolectada de forma conjunta con entidades como Sedacaj, la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM), entre otras.
Otros monitoreos participativos se iniciaron recientemente, como el de Combayo. En él, para dar un ejemplo de la cantidad de organizaciones que forman parte de estas acciones, participan la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental Cajamarca (DESA Cajamarca), representantes de la comunidad de Combayo, la DREM, la Autoridad Técnica del Distrito de Riego (ATDR) y Yanacocha. Como ocurre en todos los monitoreos, las muestras son recogidas de manera conjunta entre los participantes y son enviadas a un laboratorio certificado en Lima escogido por los mismos representantes de la comunidad. Los resultados de análisis de calidad de agua se reportan a las autoridades respectivas y a las partes involucradas en el proceso de colección de muestras.
Una de las grandes ventajas de estos monitoreos, es que existe colaboración e independencia de las partes y participan los más interesados, que en este caso son los usuarios directos de las aguas. Los representantes de las comunidades son capacitados, además que son ellos quienes escogen los lugares de toma de muestras así como los laboratorios certificados donde se analizan las muestras. Estos programas de monitoreos han permitido detectar problemas puntuales en la calidad de agua, sean estos causados o no por las actividades mineras, que se han solucionado oportunamente.
A partir del año 2007, se empezó hacer público, a través de publicaciones en diarios locales, la calidad del agua de los ríos a raíz de los monitoreos participativos que ejecutan las comunidades conjuntamente con las autoridades competentes. Asimismo, todos los resultados de monitoreos externos se encuentran disponibles en el Centro de Información de Yanacocha (ubicado en la ciudad de Cajamarca), así como todos los Estudios de Impacto Ambiental realizados hasta la fecha.

Monitoreo de calidad y cantidad de agua en tiempo real utilizando telemetría (ph, flujos, turbidez, lluvia, exploración)

Yanacocha posee estaciones meteorológicas ubicadas en las zonas de Huandoy, Yanacocha, Mirador y Maqui Maqui; así como estaciones de calidad de agua ubicadas en el río Grande y río Rejo. Estas estaciones envían información cada 15 minutos a una repetidora que recibe toda la información y la envía inmediatamente a las oficinas de Medio Ambiente de Yanacocha.
De esta manera, se puede detectar cualquier tendencia que potencialmente podría generar un problema ambiental para, de ser necesario, poder tomar acciones y prevenir problemas antes de que estos se produzcan.

Cuidado de la cantidad del agua en Yanacocha

Según un estudio de Yanacocha, respecto al agua de lluvia que cae sobre la cordillera cajamarquina: el 50% del agua se evapotranspira; el 40% se escurre por la superficie y corre por los ríos; y el 10% se infiltra al subsuelo; es decir, sólo el 40% es el que, en teoría, debería ser aprovechada al máximo.
El total del agua que en temporada de lluvias corre por el río Cajamarquino (que es el río que drena toda la provincia de Cajamarca y que es conformado por los ríos Mashcón y Chonta) es de aproximadamente 280 millones de metros cúbicos (fuentes: Estación Hidrométrica de Jesús Tunel). De estos 280 millones, 10 millones son utilizados por la ciudad de Cajamarca (4%, la captación de agua para la ciudad se hace aguas arriba de los ríos Grande y Ronquillo, ambos afluentes del Mashcón); 68 millones los utiliza la agricultura (25%); 2 millones son utilizados en la minería (1%, captación que se hace de un afluente del río Grande); y 200 millones de metros cúbicos siguen su curso por el río Marañón hasta el Océano Atlántico sin que puedan ser aprovechados por Cajamarca.
Resulta paradójico darse cuenta que en la temporada de lluvias la población suele mostrar su molestia frente a huaycos y deslizamientos; mientras que en la época seca, que va desde mayo hasta septiembre, se generan disputas por un litro por segundo de agua. Pero la buena noticia es que agua hay en Cajamarca, en grandes cantidades y durante seis meses, lo que se requiere es hallar los mecanismos para que ésta agua esté disponible durante todo el año.

Almacenamiento de agua en Yanacocha

En marzo del 2006, mes en que más llueve en Cajamarca, el caudal de agua en la parte baja del río Grande llegó a los 1300 l/s; mientras que en septiembre de ese mismo año (mes más seco) fue de 130 l/s. Eso da luces de la gran cantidad de agua que cae en la época de lluvias y las menores cantidades que hay en la época seca.
El agua que Yanacocha trata en el proceso se descargaba en la quebrada Pampa Larga. Anteriormente, se trataba una gran cantidad de agua en época de lluvias y en esa misma época era descargada. Sin embargo, era claro que el flujo de agua en la quebrada aumentaba en una época en la cual no existe una gran demanda de agua. Es en ese momento que Yanacocha desarrolla la idea de almacenar el agua tratada durante la época de lluvias para que esté disponible cuando es más necesaria: la época seca.

Reservorio San José

Reservorio San José, en la zona de operaciones de Yanacocha - Cajamarca.
La actividad minera a tajo abierto genera grandes huecos en el terreno que pueden ser acondicionados para convertirlos en reservorios que podrían almacenar grandes cantidades de agua. Un ejemplo de esta oportunidad es el reservorio ubicado en el antiguo tajo San José, una obra de ingeniería pionera de la minería moderna nacional que cuenta con una capacidad de almacenamiento de 6 millones de metros cúbicos de agua tratada para ser utilizada en época seca. La capacidad de este enorme reservorio es equivalente a 6 veces el Estadio Nacional de Lima.
San José empezó a recibir agua tratada en noviembre del 2006 y ha comenzado a abastecer con agua desde mayo del 2007 a algunos canales de comunidades con los cuales Yanacocha tiene compromisos. Son cuatro los canales que benefician con este reservorio: Encajón-Collotán, Quishuar, Llagamarca y La Shacsha.
Estos canales fueron impactados por las operaciones de Yanacocha y sus usuarios han aceptado esta idea como una medida adecuada de mitigación, ya que son alrededor de 5000 agricultores los que tienen la posibilidad de recibir más agua de la que tenían y sobre todo, recibirla en el momento que más lo necesitan, que es en la época seca. Estos canales necesitan 3 millones de metros cúbicos durante todo el año; el reservorio San José tiene la capacidad de almacenar el doble de agua.
Siendo San José parte del proceso de Cierre de Minas de Yanacocha, se ha previsto un fondo que garantice la permanente operación de este activo ambiental, independientemente de que Yanacocha haya culminado sus operaciones de minado.
Actualmente el reservorio no abastece de agua y se encuentra "vacío", ya que debido a algunas fallas constructivas éste debe estar en mantenimiento y reparación permanente para reparar las filtraciones ubicadas en la base, por lo que el aprovechamiento del reservorio de manera provisional es ineficiente.

Diques Río Grande y Río Rejo

Dique Río Rejo, en Cajamarca.
Estos diques, como se mencionó anteriormente, fueron construidos con el fin de controlar sedimentos. Pero en ellos también se presenta una oportunidad de reserva de agua para su descarga en la época seca. Estos dos diques tienen la capacidad de almacenar, en promedio, 600 mil metros cúbicos de agua. Agua que puede utilizarse cuando no llueve.
Durante los meses de marzo, los diques se mantienen completamente llenos de agua para así poder descargar esta agua durante los meses más secos. Estas descargas se realizan de manera programada con la Administración Técnica del Distrito de Riego (ATDR).
En la temporada seca del año 2005, del dique Grande fueron descargados hasta 58 litros por segundo adicionales (25% de agua adicional) al flujo base durante los meses más secos. En la temporada seca del 2006, se descargaron 81 l/s (35% de agua adicional) adicionales. En la temporada seca del 2007, se descargaron 82 l/s (36% de agua adicional). Agua que pudo perderse en época de lluvias en el río Marañón pero que estuvo disponible en el mes de agosto y septiembre y aumentó los caudales cuando menos volumen tenían.

viernes, 8 de noviembre de 2013

El Muki o Muqui, dueño del oro y las minas

Muqui (mitología)

El muqui, muki o anchancho,


 es un duende de la mitología de los Andes centrales en Bolivia, Perú, Ecuador, y Colombia; el cual se caracteriza por ser minero y, como tal, su existencia está circunscrita al espacio subterráneo: el muqui habita en el interior de la mina.
La palabra Muqui resulta de la castellanización del vocablo quechua murik, que significa "el que asfixia" o muriska "el que es asfixiado". En su vertiente huancavelicana, la palabra muqui sugiere "el acto de torcer", "ahorcar". Por ello, los antiguos mineros inconscientemente, identificaron al Muqui con el sílice, polvo letal que produce la enfermedad de la silicosis. Aunque también Muki en quechua significa "húmedo" o "humedad". De ahí se dice que el Muki aparece en los lugares donde hay agua.
A pesar de la distancia y el aislamiento de los campamentos mineros, la creencia y la descripción del Muki es, prácticamente, la misma en la sierra desde Puno, en el sur hasta Cajamarca en el norte del Perú, en el centro hasta Pasco, aunque su nombre varía en algunos lugares. En Arequipa, por ejemplo, se le llama “Chinchilico”; en Puno, “Anchancho” en Pasco y la región andina de Bolivia, “Muqui” y en Cajamarca, “Jusshi”. Todas estas ciudades están localizadas en el Perú.
La fusión (sincretismo) de la cultura indígena con la cristiana, supuso también la inclusión de creencias occidentales con respecto a este mito, tal como que las principales vícitimas de estos duendecillos era los niños moritos, aquellos que aún no habían recibido el bautismo; incluso se menciona en algunos lugares del sur del país, que son estos niños no bautizados, eran quienes se convertían en los duendecillos. Según antiguos relatos, Los niños que no son bautizados, son raptados por los duendes, los cuales viven (o se esconden) en las higueras o platanales, para que se conviertan en uno de ellos. El niño que se encuentra con estos seres, aparte de recibir un gran susto adquiere una piel muy pálida, por lo que se recomienda llevar lo más antes posible a una iglesia para que reciba el Sacramento.
La creencia en el Muki surgiría tanto de las antiguas tradiciones andinas sobre los demonios y pequeños seres que pueblan el “Uku Pacha” o mundo de abajo, como de los propios temores y de la necesidad de los trabajadores de encontrar una explicación a las cosas extraordinarias que suelen ocurrir diariamente en la labor minera.
Como se advierte, en el imaginario popular, no existe un solo tipo de Muqui. Así como hay diversidad de elfos mineros a nivel universal, existen también variedades de Muquis en el mundo subterráneo de los Andes. Se les conoce por los lugares en que se hicieron visibles. Sus diferencias son formales antes que de esencia. Así tenemos Muquis de Huacracocha, de Goyllar, de Morococha, de El Diamante, de Santender, de la Mina Tentadora, de la mina Julcani, de Excélsior, por citar algunos de los más conocidos de una inacabable relación que corresponde a la tradición oral de las minas.

Fisonomía, vestimenta y costumbres

De estatura pequeña, el Muqui no excede los cincuenta centímetros, perteneciendo, estos seres, a la categoría de los enanos.
Para la tradición cerreña, el Muqui es un ser pequeño, de cuerpo fornido y desproporcionado. Su cabeza está unida al tronco, pues no tiene cuello. Su voz es grave y ronca, no concordante con su estatura. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante. Su rostro es colorado y está cubierto de vellos. Posee una barba larga, del color blanquecino de la alcaparrosa. Su mirada es penetrante, agresiva e hipnótica, de reflejos metálicos. En otras tradiciones mineras, su cabeza presenta dos cuernos. Éstos le sirven para romper las rocas y señalar las vetas. Su piel es muy blanca y lleva colgado de la mano un farolito (cf. Sosa y Tamara). Además tiene las orejas en punta. (La influencia occidental es nítida en este aspecto de la representación. El diablo, originario de la cultura etrusca y difundido extensamente en el bajo medioevo por el catolicismo, ha sido vinculado con los duendes mineros. Los metalarios del periodo inicial de la alquimia, atribuían a los duendes, gnomos, kobolds y al diablo mismo, las perturbaciones en el tratamiento de los metales. Por ejemplo, el nombre del cobalto deriva de kobold (duende escandinavo) y níquel del diablo mismo, como lo llamaba un sector de alquimistas.)
Habitan en lugares desérticos, atacan produciendo bastante miedo a sus víctimas o adversarios, se dice que suelen llevarse niños solos e indefensos; un secreto de personas antiguas para enfrentarlos es quitarse el cinturón o correa de los pantalones y darles con el cinturón con mucha fuerza sin dejarse vencer por el miedo.
Su descripción varía de acuerdo a la época. Antiguamente, por la década de los años 1930, se decía que recorría los socavones sosteniendo en la mano, una pequeña lámpara de carburo, abrigado con un poncho hecho de lana de vicuña. Tenía en la cabeza dos pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave. En la actualidad no es muy diferente, aunque ahora vista ropa de minero, botas de agua y use una linterna eléctrica a batería. A veces el pequeño duende toma también la forma de animal o de un hombre muy blanco y rubio para presentarse a los mineros y engañarlos.
La leyenda del Muqui, se encuentra ampliamente extendida en el ambiente minero de los Andes Centrales.
Consecuente con las exigencias del trabajo, el Muqui usa casco, ropa de minero y calza botas claveteadas. En otras tradiciones, se le representa como un geniecillo vestido de verde musgo, a veces con una finísima capa de vicuña o con el traje impermeable que usan los mineros. Generalmente, porta en la cintura una lámpara, ya de carburo, ya eléctrica, según el avance teconológico de la mina. Lleva un shicullo, soga de pelos de la cola del caballo, atado a la cintura. Camina como pato, pues sus pies son de tamaño anormal. Sus extremidades inferiores pueden adoptar la forma de las patas de un ganso o cuervo. Asimismo, pueden tener la punta hacia atrás. Por ello su ropa les cubre hasta los pies. Los curiosos esparcen ceniza o harina en su camino para auscultar la huella que dejan a su paso.
El Muqui puede andar solo o acompañado: refieren, algunos informantes, episodios protagonizados por varios Muquis formando grupos; otros dan fe sobre su inclinación de vivir solos. Pueblan, estos seres, un mundo de eterna oscuridad, sin tiempo. No se le ha visto envejecer, pareciera que el tiempo no le afecta. Y, en su sorprendente existir, se torna visible o invisible a los ojos mortales. Los Muquis gustan de lanzar penetrantes silbidos. Éstos, anuncian peligro y salvaguardan a los mineros de su simpatía. En otras ocasiones, producen desconcierto y miedo. Los Muquis, son comunicativos. Hablan a los oídos, conversan en los sueños, poseen un extraño poder premonitorio. Esta energía dialogal es sentida, vitalmente, por las gentes de las minas. El Muqui no gusta de los agnósticos. Le molesta que duden de su existencia.
El Muqui se inmiscuye en el destino de los trabajadores del socavón, gratificándolos o escarmentándolos. Es un misterioso enano conocido como el dueño de las minas.
El Muqui es un duende investido de poder. A su voluntad, hace aparecer o desaparecer las vetas (veta de oro). Está atento a las obsesiones, resentimientos, ambiciones y frustraciones de los mineros. Y, al tiempo que demuestra simpatía hacia unos, genera castigo y escarmiento a otros. Puede aliviar el trabajo, ablandar las vetas o endurecerlas, si prefiere. Suele conceder favores, establecer pactos, sellar alianzas, llegar a acuerdos a plazo fijo, que cobra puntual e inexorablemente. Pues, estos donantes de la buena o mala suerte, poseen un código de honor preciso y reservado. Su ética exige discreción y reciprocidad en sus pactos. De allí que los amigos del Muqui sean personas de opiniones reservadas y criterios parcos.
La mayoría de relatos coinciden en que es posible atrapar al Muqui y hacer “pacto” con él para enriquecerse. En el caso más frecuente el enanito de las minas ofrece al trabajador hacer su “tarea” a cambio de coca, alcohol y hasta de la compañía de una mujer para mitigar su soledad. Pero casi siempre el resultado del pacto es trágico, pues a la larga de una u otra manera el minero incumple y el Muqui se venga quintándole la vida.
El Muqui se abstrae en el juego o el trabajo. Por esa razón bien puede observársele sin que lo advierta. En esa circunstancia, los audaces, logran cogerlo y sujetarlo con el shicullo. En tal caso, al Muqui "se le amarra sólo con soga de cerda de caballo, porque hasta el alambre lo rompe" (cf. Huanay: 78-79). Enseguida, se lo cubre con la misma ropa de su captor. Este secreto, lo inmoviliza. Ha habido mineros que habiéndolo amarrado lo han amenazado con llevarlo a la luz y el Muqui se ha vencido, sabedor de su debilidad: los reflejos del sol lo desvanecen y matan.